A alguien en este mundo, estos años, yo inspiré en sueños: La última palabra para amar es amor, pues la primera fue siempre JUSTICIA

"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!

lunes, 5 de julio de 2010

El alcaloide teofilina, la droga del amor de Dios, trae la paz al mundo

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Si elevando el nivel de AMP se hiciese hasta extremos de lograr de cada célula nuestra una no mitótica, una célula para la eternidad, célula no madre sino Carmen, podríamos decir de este alcaloide que traería la paz al mundo.

No comáis páncreas, ni os inyectéis prostaglandinas E1; tampoco acudáis a las fuentes naturales de la adenina: té, azúcar de remolacha, levaduras u hongos, no os preparéis con ellas mágicas infusiones esperándolas fuente de eterna juventud; en todo caso, té verde, té negro, pues estad atentos al alcaloide teofilina. Alcaloides, me gustan estas sustancias. Tal vez porque pertenezcan a ellas la cafeína y la nicotina. Tal vez por su origen vegetal. Esperando la eternidad… fumando, tomando café.

De los alcaloides dice nuestro diccionario biológico ser sustancias nitrogenadas de propiedades básicas. Bases nitrogenadas: El lenguaje de cuatro letras en el que está escrito todo código genético en el amplísimo libro de la vida:
Adenina-Timina
Citosina-Guanina
Portar en nosotros la eternidad en forma de molécula macro a base de estas cuatro letras. Molécula macro que se enrosca cual uroboros, caduceo símbolo de la paz que el conocimiento otorga. Caduceo hoy convertido en símbolo del mercachifle y sus transacciones; de nada sirviera que alguien lo echase a latigazos del Templo de esta vida, pues regresa y regresa, su número más y más multiplicado, con intenciones de no irse jamás. Hemos cambiado nuestra rama dorada, oh Sibila, por unas estupideces criminales que con forma rectangular o circular compran hasta la honra el mérito, pues ¿qué necesidad tienes de serlo cuando comprarlo puedes?

El problema de la droga resuelto
Dice también nuestro diccionario que el alcaloide es casi siempre tóxico, aunque a veces antídoto. Nombra estos ejemplos: quinina, morfina, estricnina, cocaína. El día que nos conozcamos más a fondo, tal vez sea teofilina la droga última que, al lograrlo, hacer palpable ese conocimiento, acabe con la drogadicción sustitutiva del mismo, drogadicción tanto de sustancias como de miserables doctrinas impuestas. No necesitaríamos evadirnos; no admitiríamos que se nos obligase a hacer dejación de nuestro, del Conocimiento en nombre de doctrina ninguna impuesta.
Drogatas, exigid a vuestros camellos particulares no el oro el incienso o mirra del dios cocaína sino la que se destila en laboratorios legales dedicados a la investigación biológica. Teofilina, esa droga del amor de dios, entre otras. Verdadero amor de dios si no es doctrina impuesta ni sustancia de ineludible consumo tal que esos alimentos que, obligados como estamos a su consumo para sobrevivir, hace esclavas a las mejores de las peores mentes, si la mejor mente nació en el arroyo de las escasas probabilidades de supervivencia y las peores en el lugar donde vierte ese cuerno de la abundancia para algunos que fue siempre la miseria material de otros mantenida manu militari.
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