A alguien en este mundo, estos años, yo inspiré en sueños: La última palabra para amar es amor, pues la primera fue siempre JUSTICIA

"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!

lunes, 31 de mayo de 2010

A 2010 La flor de la inmortalidad

31

Si la inmortalidad existe, como yo creo, bien merecieras serlo tú, o tú propiciarla: Una sencilla flor. Azafrán de los prados


Esta sencilla flor del color de la luz que yo respiré en mi habitación 5 de diciembre 2002 y del color que tanto alabase ella en vida: lila, su flor, Flor Alejandra.
Alejandra Pizarnik, en 1972 suicidioasesinada, vertiendo su hermosa voz de viva –y triste y grave y lenta, como ella misma describiese su voz- en mi oído izquierdo: “Vos no está sola” “Solo veo rosas/ sangre desflorada/ alma mía de nieve”

Es necesario un solo polo

30

Es necesario un solo polo
y dejarnos de titanes.
Alabando a Atlas su esfuerzo.

Es necesario un solo polo, alabado centriolo, no dividirse en dos.
Si el núcleo de la célula no tuviese dos polos y ásteres dedos por y a donde emigrar sus cromosomas homólogos, éstos ni se repelerían necesitando para lo mismo de esas dos direcciones…
Aunque quizá sean ellos, cromosomas, los que dirigen la obra desde su posición central y los centriolos no son más que la batuta en sus manos, cromátidas. Ellos sean los autores-actores que escriben la obra mientras se desarrolla, escriben la obra, incesante copia de sí, como lo que hacemos cuantos escribimos: siempre enjugándonos rostro ensangrentado o rostro placentero en las mismas palabras o evolución de ellas, siempre a la busca de ese fondo jamás apresado que es nuestra esencia última, nuestra íntima esencia.

Mas ellos, los cromosomas, quizá también nuestras almas=mentes, guardan un parecido asombroso con ese dios de judíos y moros: Basan la inmortalidad en una continuidad sin fin de muertes que quieren nacimientos. Asimismo, éste es el pobre concepto que tienen de la vida, la mística y la biología: Muerte tras muerte que quieren rostros nuevos.

¿Qué busca la vida repitiéndose y repitiéndose, quizá un paso alzando después de miles y miles de millones de idénticas repeticiones, un paso alzando que la evoluciona por miles de pasos que la degradan, mutaciones casi siempre mortales para el corpus mutante, célula o ser? ¿Llegará a encontrar la vida lo que busca, ese estado perfecto del que nació: vida para siempre que no contempla la muerte más que como fallos externos a lo que ella misma es? ¿Y cuándo estaremos capacitados para ayudarla en esta búsqueda, si la sempiterna muerte siempre desterrada de todas nuestras conversaciones escritos, es en el fondo lo único en lo que creemos ya que nos aplasta con el peso de su poder, y ello, poder, despierta los más rastreros instintos serviles de los que esta especie fue dotada?

Alabo a Atlas por su esfuerzo titánico
de sustentar el mundo
convirtiéndose en eje de él,
casi como el único centriolo-titán
que pedimos aquí para las células,
centriolo que use de ese ángulo recto
en que fue concebido
para anular distintas direcciones,
dimensiones que le vienen extras.

Alabo a Atlas…
Aunque a los dioses sumerios
que separaron el Cielo de la Tierra
¿Podríamos acaso distinguirlos
de no existir esa separación?
Dioses eran esos hombres de Súmer,
supervivientes atlantes de un mundo anterior;
dioses fueron al inventar la escritura,
o legárnosla,
-lapis salvado de las aguas de aquella terrible inundación-
dándonos con ello la posibilidad de expresarnos.
Dioses eran esos hombres que concibieron lo existente
como una montaña de la que todo procedía,
igual que los egipcios,
-otros supervivientes-
bien por ascensión bien por descenso,
como los genes que se expresan para formarnos:
montaña en ascensión,
por los que nos diluyen en el barro de su descenso,
trampas del bíos,
genes destrucción
que muestran lo descontenta de la vida
en su búsqueda y proyecto de reproducir en organismos superiores
la prima esencia de la que ella nació:
vida que no contempla muerte.
Montaña de la herencia genética
por la que el yo escala o cae de las nubes.
Montaña, ese ombligo del mundo,
que une de atrevido beso
el Arriba y Abajo,
Cielos Tierra,
de la Criatura ante su espejo:
Dios del otro lado del azogue
por el hombre de aquí.
Esa Entidad que no hubiera podido dividirse
o diferenciarse en dos
de no ser por Atlas, atlantes y sumerios,
aquellos Prometeos que sacaran de la nada la escritura
para, donándonosla, y entonces la memoria,
permitir la diferencia que del Dios origen nos separa
a la vez que nos convierte en Dios.
Dos, solo dos centriolos,
que uno son en su ángulo recto,
no dos polos nucleares, cuatro centriolos entonces,
dos núcleos, pues; dos células, etc. etc. etc.

Solo dos centriolos,
¡y sin reproducirse en cuatro!
cada uno de ellos sacando una copia de sí,
envolver las cromátidas con su tupido velo de filamentos
sin dejar que se conviertan en dos núcleos, dos células
etc. etc. etc.
Sin retraer de nuevo sobre ellos mismos
esos ásteres dedos de tubulina que los conectan,
inducir una estasis éxtasis
de mayestáticas –estáticas- consecuencias,
reproduciendo, ¡por fin!, la vida ese lugar, momento,
de que nació y para lo que, que busca y busca
sin alcanzar a repetirlo
en ninguno de cuantos numerosos organismos se diferenció
de cuantas sin cuento especies.




A 2010 pienso…
lo que ya sabía entonces,
¡y no sé cómo tuve la cobardía de no aplicar a mi hermana
cuando la quimioterapia más criminal que el cáncer la asesinó!,
sigo pensando que hay una colchicina (hoy utilizada como anticancerígeno) o azafrán de los prados -planta a la que dedicaré más atención en este libro- que logra precisamente esto por lo que abogábamos aquí: detención de la mitosis en anafase, ¿ese estado o lugar que busca y busca la vida sin saber proporcionárselo a sí? O ¿ese estado catastrófico como quiere la biología que es la amitosis: muerte celular, muerte de los organismos que componen éstas? Pues si es muerte, como todo lo es, espero poder aplicármela a mí misma: sea esa la eutanasia que yo me proporcione cuando definitivamente sepa que es imposible seguir aquí, que es imposible intentar y volver a intentarlo llegar a parte alguna que sea buena con ninguno de los que alegremente a sí mismos se dicen seres humanos.

Como veneno es mágico, tomado en dosis no terapéuticas este, tan precioso como su pariente azafrán a secas, azafrán de los prados, te mata por parálisis respiratoria. Simplemente dejas de respirar, que eso es la muerte, o eso es el suicidio según alguna de mis canciones: “Y si no respira/ es que se suicida” http://eccehomosexual.blogspot.com/2010/02/amor-odontologo.html
Y del aire de aquí, pasamos a “la luz que se respira”, que dijo la norteamericana que regresó de una muerte clínica, le había sucedido en un Otro Mundo en el que estuvo.

domingo, 30 de mayo de 2010

Llama extrañada (Onírico)

29

En un lugar de altura inconcebible
-tratándose de eternidades y de sueños-
llámese los Andes en el mundo,
ese altivo animal que es una llama
se arroja al centro de una hoguera.

¿Propósito? Quién consume a quién.
¿Se piensa dotada, dado que así su nombre,
de la furia, la fuerza, los poderes del fuego?

¡Oh pobre llama!
Las llamas la consumen;
¿no la reconocen como una de ellas?
Las llamas son ya uno con su carne
ardiendo con un mismo fulgor…
Y sin hallar lo buscado.
-Una existencia horrible me espera,
si es que sobrevivo
(La escucho pensar);
mas ya ¿cómo dejarlo?
Quizá alguien observe y comprenda
por lo que estoy aquí,
mire mi sacrificio y se sienta indignado
de que yo esté en esto en soledad;
quizá sea quien me siga en la indagación del Centro;
y aun ni Llama se llame,
como yo,
quizá lo elija el Nombre,
sea su Ren más propicio
y entonces el Centro sí se deje encontrar.

¡De pronto! Cuando la muerte es lo más lógico,
total evaporación de la Llama y la llama,
de la Llama entre ellas,
desaparece el fuego que la cubre.
¡Y ella es entonces el fuego!
He aquí a la Llama iluminada,
el bocado de Centro entre sus grandes labios,
el muy oculto Centro de la hoguera
puesto a salvo en su entraña
o puesto de su entraña

Llama extrañada.
Llama convertida en lo extraño
que la existencia es;
y ya no más extraña o extranjera de otros
¡ahora que ella misma sí se extraña de sí!:
Es lo que no era.
Pero ¿no era eso lo que buscaba?
Buscado con tanta valentía
que nada le importase ni consumirse a sí,
así.
Mas no te consumiste:
Eres “lo que consume”
y ahora todos deben pasar a través de ti.
¿Lograrán hacerlo?
¿Les reconocerás como tuyos,
también “Llama” sus nombres?

Muchos son los llamados;
pero ¿cuántos no dudarían en hacer lo que tú?
Muchos son los llamados
y pocas las Llamas… de Amor
que sobrevivan al Centro de esa hoguera.

sábado, 29 de mayo de 2010

Aviso de Ensayo… O Ensayo de aviso

28

Una serpiente se enrosca
en este tubo de cristal del nervio
tubo neural
dando lugar a nuestro cerebro.
¡Mirad, mirad cómo se enrolla sobre sí
tal que el papiro de los cielos
que no quisiera ser descifrado!
Mirad cómo se enrolla sobre sí
hasta alcanzar a la galaxia entera
en su tamaño y forma:
Cien mil millones de estrellas
cien mil millones de neuronas.

Tubo de cristal para ensayar a Dios
en estas cuatro paredes tan humanas.
Cráneo mío he jugado contigo a contenerle,
tú has jugado,
al Sane-Yo jugamos,
al Sa: Yo,
Poder creador.

Jugamos a ser Dios
y es trágico,
cuando debiera ser una maravilla.
Pues estáis jugando mal,
con trampas,
trampas tan importantes,
tan de bulto,
tan de tantos,
que hasta los que queremos jugar bien
no nos sale
pues solos nos dejasteis,
nos hundisteis,
cuando era aventura de todos.
Y ni os importó teñir de nuestra sangre vuestras manos
con tal de adjudicaros la partida,
que no, no era así,
no era así el juego.
No se juega a “yo gane pierdan otros”.
Lumínica advertencia por la cual
aplastasteis el tubo de cristal de nuestros cráneos
donde Dios se ensayaba,
una vez vuestras trampas corrompido el vuestro,
¡para no ver!, para no ver que así…
que inservible perdido vuestro ensayo.

Al muera-yo jugasteis, criminales,
creyendo adjudicaros el poder,
que el poder fuese vuestro y no de todos.
Matad mi experimento,
adjudicaos el tanto,
que el “muera-yo” es lo vuestro;
mas examinad atentamente
cuál sea el “yo” que muere
en vuestro juego deformado
que quiere darme a mí por enterrada.

¡En poder creador: Yo!
por mucho que os penséis que estrellado
este tubo neural,
mi en-Sa-Yo,
que lo pisoteasteis bien;
vosotros: en poder devastador…

Y eso que pisas y aplastas contra el suelo
es tu propio inservible cerebro.
¿Partida en la que te pensaste ganador?
Imbécil, imbéciles como son los tramposos,
haciendo perder, pierden…
¡Y encima se convencen de lo cuán hazañosos!
Llénete de regocijo el haberte matado
cuando pensaste matar mi regocijo.

Cuán Juana Inés, o “de Asbaje en el siglo”,
otra de las que pensasteis matar si a su gozo,
me ha quedado el final de la Advertencia.

αιων : el tiempo la eternidad

27

AION, el Tiempo la Eternidad ¡visto como la misma cosa!

Si hubo algún idioma
que legaron los dioses o dios al hombre;
si en el principio era el Verbo
y estaba en Dios y era Él
……Este fue el griego.
Aquí lo tenemos:
El Tiempo y la Eternidad,
igual que Materia – Espíritu,
es lo mismo.
Esa curva en la que Einstein encarna el tiempo,
trazado de la materia por todo el Universo
que así sobre sí se dobla de su propio peso,
no terminará nunca de trazarse.
Aguijón de eternidad que llevan todas las cosas
con su maldición de efímeras.
Creedlo,
la vida nunca empezó y nunca terminará.
La Vida es la Eternidad,
como lo es el Universo.
Un infinito que quieren finito
y ninguna de sus pruebas lógicas
pasa siquiera con éxito…
en lógica precisamente,
¡pues olvídense de pruebas ahí!

El Universo, la masa en él,
se dobla en un infinito arco
que jamás será círculo.
¿Quién puede la Nada llenar,
quién, la Eternidad?


“Enfáticamente no hay Dios; nosotros somos las palabras”

Esto que dice la Woolf y pareciera negación de los versos de arriba,
Si hubo algún idioma
que legaron los dioses o dios al hombre;
si en el principio era el Verbo
y estaba en Dios y era Él
……Este fue el griego.

Dice Virginia :
Llego a lo que llamaría una filosofía. En todo caso, una idea no me abandona: que tras la tela de algodón hay un patrón escondido; que estamos -todos los seres humanos- conectados con él; que todo el mundo es una obra de arte; nosotros somos parte de una obra de arte. Hamlet o un cuarteto de Beethoven son la verdad en este vasto desorden que llamamos mundo. Pero no hay un Shakespeare, no hay un Beethoven; cierta y enfáticamente no hay Dios; nosotros somos las palabras; somos la música; somos la cosa en sí. Y esto es lo que veo cuando tengo una conmoción.
(“La torre inclinada” -¿Cómo hay que leer un libro?-)

¡Pues seamos las palabras! Y no hubiese ni griego, ni inglés, ni español; como tampoco, Dios. Pero seamos las palabras como este precioso Aión tan preciso; seamos entonces Dios nosotros. ¡Seamos la música, la cosa en sí! El Tiempo: La Eternidad. La Eternidad que es el tiempo.

Pues se me ocurre una objeción a la que parece haberme querido revocar haciéndome la hipóbole con el párrafo mencionado de su “Torre inclinada” (tan como mi Torre) : Y si somos las palabras, ¿cómo entonces no hay un Shakespeare, un Beethoven ? Precisamente ellos, ella, ustedes, yo, somos esas palabras, según ella misma; lo que no hay es Hamlet, pues él es simplemente Shakespeare; lo que no hay es un cuarteto de mi consígneo en todos sus signos astrológicos Beethoven, pues él fue muchísimo más……………
Aguijón de eternidad que llevan todas las cosas con su maldición de efímeras.
Habrá griego para rato, inglés, español, según esto. Pero esperemos que lo que sí haya sea esa precisión de cortar, ¡y con una simple palabra!, qué economía de medios, discusiones milenarias, sobre si existe o no el tiempo, sobre si existe o no la eternidad. Ya vemos que son lo mismo por este Aión, Aguijón de precisión. Y ya vemos que sí existe: Lo estamos aquí siendo.

Un patrón escondido y que estamos todos los seres humanos conectados con él.
Que estamos todos los seres, no sólo humanos, ¡y no sólo los seres! sino desde la hierba con sus tréboles a las estrellas en su galaxia, y cuanto más hay en el Universo que habrá de asombrarnos, conectados con él, el patrón. El patrón, pero que si manda, o trabaja, lo hace marinero, quiero decir Maat, quiero decir la Madre Energía universal.

viernes, 28 de mayo de 2010

En-Sa-Yo

26

Uno de los siete componentes de la entidad humana: Sa o poder creador.
No me disgusta dividir en siete al ser humano. Más me agrada, es más número sagrado para mí que la división trinidad freudiana, por ejemplo, de ego superego e id, más burla del judío que era Freud hacia la tradición cristiana, que descripción de las capacidades humanas o modos de manifestación de las mismas. Que nadie me negará que los siete componentes egipcios son una más perfecta elaboración psicológica.

Anj, lo inmortal o intemporal; Ka, lo vital o tiempo que nos es concedido; Ba, el alma; Sa, el poder creador; Ib, el corazón, el deseo, las pasiones; Ren, el nombre; Sut, la sombra.

Además el id freudiano, todo un plagio del Ib egipcio, como se ve. Aunque Freud solía inspirarse en cosas cercanas: sombreros o postes como los genitales masculinos, etc, no por ello dejó de acudir, al igual que Jung, a todas las mitologías para montar su fraude.

Trinidad egipcia, por supuesto mejor que la de Freud, pero incluso mejor que la cristiana: El Anj el Ka y el Ba, adornada por esos otros cuatro conceptos magníficos, Ren: El Nombre, al que yo dedicaría toda una Religión y no otra cosa hicieron los egipcios y su culto de mientras el nombre de la persona, algo solamente propio de ella, fuese pronunciado, esa persona seguiría existiendo; Sut, la sombra, la cara oculta de nosotros, el inconsciente diría el sr. Freud, y los egipcios antiguos y su inteligencia penetrante veían lo negativo nuestro en esa sombra que siempre acompaña a todo ser vivo, su sombra como algo vivo también; el Ib corazón y sus deseos, que no tienen por qué ser bajas pasiones; y ese Sa, poder creador, que bien pudo acompañar como cuarteto ejecutante al trino triunfante o estelar: Ba, el alma mediadora entre lo mortal y lo inmortal de nosotros, el ego que sustituyó Freud trivializando para construir de ahí un superego con el que desacreditó la superioridad de todo lo más grande que hay en el hombre, su condición de inmortal, lo Anj en el triunvirato egipcio; y el Ka que Freud convirtió en estúpido id a imagen del Ib corazón egipcio más elaborado, como dijimos. Ka, mi Ka, mi tiempo, mi energía vital, todo aquello que me hará Anj inmortal de mi simple Ba, Alma mía, convertido por aquel nefasto en las bajas pasiones de los peores instintos.

En
……Sa
…………Yo
En
……Poder sagrado
………………………………Yo
En
……Poder
………………Creador



A 2010 cómo no dedicar a estos dos personajes de esos siete que somos todos los humanos según el saber ancestral:

Sut, la Sombra, Sombra mía, Alejandra Pizarnik. Sut, la Sombra, como el Sur Occidente lugar de los muertos, tu Tierra del Fuego tan occidente al sur, tan como la sumida en la noche de los tiempos, más que noche de la muerte, Amenti. Amo en ti todas tus Sut, Sombras, enfocadas tan claramente:

Hemos intentado hacernos perdonar lo que no hicimos, las ofensas fantásticas, las culpas fantasmas. Por bruma, por nadie, por sombras, hemos expiado.
Lo que quiero es honorar a la poseedora de mi sombra: la que sustrae de la nada nombres y figuras.

Para mejor ser el que fue, ha querellado con su nueva sombra, ha luchado contra lo opaco.

Camina silenciosa hacia la profundidad la hija de los reyes.
De demencia la noche, de no tiempo. De memoria la noche, de siempre sombras.

Quiero existir más allá de mí misma: con los aparecidos.
Quiero existir como lo que soy: una idea fija. Quiero ladrar, no alabar el silencio del espacio al que se nace.

Sombra está desconcertada. Se dice que en verdad, trabaja demasiado desde que murió Sombra… Pensó Sombra asombrada.

Empecemos por decir que Sombra había muerto. ¿Sabía Sombra que Sombra había muerto? Indudablemente. Sombra y ella fueron consocias durante años. Sombra fue su única albacea, su única amiga y la única que vistió luto por Sombra. Sombra no estaba tan terriblemente afligida por el triste suceso y el día del entierro lo solemnizó con un banquete.
Sombra no borró el nombre de Sombra. La casa de comercio se conocía bajo la razón social «Sombra y Sombra». Algunas veces los clientes nuevos llamaban Sombra a Sombra; pero Sombra atendía por ambos nombres, como si ella, Sombra, fuese en efecto Sombra, quien había muerto.


se alejó -me alejé-
no por desprecio (claro es que nuestro orgullo es infernal)
sino porque una es extranjera
una es de otra parte,
ellos se casan,
procrean,
veranean,
tienen horarios,
no se asustan por la tenebrosa
ambigüedad del lenguaje
(No es lo mismo decir Buenas noches que decir Buenas noches)
El lenguaje
-yo no puedo más,
alma mía, pequeña inexistente,
decidíte;
te las picás o te quedás,
pero no me toques así,
con pavura, con confusión,
o te vas o te las picás,
yo, por mi parte, no puedo más.

Ren, el Nombre, mi Religión del Nombre a ti dedicada,
http://poemasincendiarios.blogspot.com/2010/04/fundemos-la-religion-del-nombre.html
http://poemasincendiarios.blogspot.com/2010/04/religion-del-nombre-acta-fundacional.html a todas tus palabras exactas y hermosas por más desoladas o desde el humor más tierno.

Ren, el Nombre. Casi como el sueño Rem –rápido movimiento de ojos- El Nombre como el Sueño, como lo más preciado, ese ¡tan rápido movimiento de ojos! que comunica dos mundos desde su onírico puente.

jueves, 27 de mayo de 2010

“En el centro del mundo se halla la montaña sagrada; ahí es donde se encuentran el Cielo y la Tierra”

25

(Mircea Eliade)

¿Centro del mundo esta montaña escalera de caracol, doble espiral que sus peldaños de subida bajada entre sí retuerce y se llama ADN?

¿Qué otro centro telúrico nos es dado a los llamados humanos y al resto de las especies? Ahí es donde se encuentran el Cielo y la Tierra, arriba del sueño tú que vienes sueño abajo, espíritu que asciende de lo que mortal desciende y todo ello encerrado en cuatro letras que entre sí se emparejan: A-T, C-G; Adenina-Timina, Citosina-Guanina. ¿Para qué necesitaría la vida, algo tan magistral, la poca economía de nuestros alfabetos? Con cuatro letras le basta para comunicarlo todo de alzarlo sobre la nada, frente a nuestros brutalizantes abecedarios de 28 y más letras que mucho han conseguido tras milenios… Pero ¿a qué llegarían si contasen para su desarrollo con millones de años? ¡Este libro de la inmortalidad se escribiría solo y lo haría como hecho! Del mismo modo que la escritura de la vida manifiesta sus criaturas; de idéntica manera que la escritura de la física teje su papiro firmamento.

¿Y habrá algún “Centro del mundo” que conceda a la Palabra idéntico privilegio que a la física se dio, a la biología?

La respuesta es “sí” tanto desde el plano espiritual como desde la más pragmática razón. Un centro que está en todas partes, miles de millones de humanos cerebros. Si quedamos maravillados ante los logros de solo uno o de sólo algunos, ¡qué no harían esos miles de millones de humanos cerebros hermanados al mismo fin común: el bien la verdad la vida!

miércoles, 26 de mayo de 2010

Perla Panacea Ana

24

Un poema desabrocha el Camino
descorcha el vino del Gran Arte
…y su espuma sube a la garganta.
Burbujas que miran a ese cuerpo desnudo
del alma,
Vía Láctea.
Burbujas ojos,
senda poética directa
al alma.
Para el alma:

Dedicado a los Grandes Artistas,
aquellos alquimistas
que llevaron a cabo la Obra,
comes, comites, compañeros


En Perla Negra
Noche de la Revelación
Ana Gracia de Dios
es-conde
la Panacea
o Remedio Universal
para curar al mundo de sus males

Perla
El mal envuelto
por completo en las llamas de la ira
irritación causada a quien lo sufre
que ya no lo sufrirá más
rojas llamas lo hacen desaparecer

Perla
Nácar lengua de esa llama
Ya está el enemigo rodeado
por nuestros ejércitos celestiales
capitanes blanquísimos

Perla
Goces triunfales
sobre el único cadáver que lo era
La Vida obtuvo su Oriente
en el momento ¡en el siempre!
en que devolvió a la muerte
su única pertenencia:
la muerte misma: el mal

Perla
Ella
¡El corazón de la Vida!

Con un corazón de estrella consumida
palpitan en el océano Universo
negros astros pupilas
agujeros negros
de la galaxia envueltos
de los iris
La muerte en el corazón de la Vida:
Perla Negra Panacea Ana
que ya la consumió
Rojas llamas la hacen desaparecer
Roja sangre la envuelve

La muerte del mal
en el escenario del propio corazón

Enzimas para una fábula

23

Hay que ser frugales cual Cristos en desiertos: El mejor estado es el de menor energía que nos convierte en esféricos. Seamos ese globo que flota en estado perfecto: Así concibió Platón a los hijos de Dios. Seamos redondos y autosuficientes como las mismas estrellas.

Estas construye-destruye moléculas, estas levaduras para todos los fermentos deberán aprender a fabricarnos, moléculas, sin aportes de energía externa, ¡deberán ellas aprender, nosotros enseñarles, a reciclar de ese modo perfecto que, como especie… ¡ni hemos aprendido! : Ninguna pérdida en lo que desmantelen para ningún aporte extra en lo que recombinen. Menudos maestros nosotros para enseñarles a las fabulosas enzimas a escribir la fábula de la vida de manera tan económica.

Milagro de economía. Ahí nos debiéramos ver todos. Si la vida eterna existe, ha de ser ese milagro que desde ese dios falso llamado entropía para nada se contempla. Mas yo siempre tuve la desdicha, ¡o la fortuna!, de no creer en dioses falsos, ideas preconcebidas, por desmedido el prestigio del que se hagan seguir como escolta; no creer a ciegas en ideas de otros, por mucho que fuesen loable hazaña de humanos cerebros elaborando su propia materia prima sobre la que alzar esos sus resplandeciente ídolos.

Enzimas, sobre ellas volveremos una y otra vez, pues ellas son las manos enlazadas en este corro de la patata que son los ciclos de la vida tal que el de Krebs.

En su estado de menor energía la célula es esférica

22

En su estado de menor energía la célula es esférica y su esqueleto de movimiento retícula microtrabecular se retrae hasta casi desaparecer.

¿Quisieran así estas pobres plebeyas somáticas parecerse a sus aristocráticas amigas que no necesitan moverse para existir, que no necesitan sembrar, segar ni cosechar, como las aves del cielo, ya que hay un “padre celestial” organismo de apoyo que las alimenta?

A cuatro grados celsius consiguen las somáticas esta beatitud de la esfericidad. Y las neuronas ¿dejarían de extender el Arbor Palladis de sus ramas, sustentarse en su tronco, axones dendritas?

Las neuronas también tienen éxodo

21

El éxito de ser neurona o existir como tal radica en culminar con exactitud una peregrinación por el universo embrión, desde donde nace en él hacia el sitio correcto que ocupará, como cerebro, ya para siempre, y el extraviarse en esa peripatética prueba le significará la muerte. Desde el primer instante de su existencia no se le permite el mínimo fallo a esta aristocracia, ganada a pulso, de las células que son las neuronas.

Al igual que Moisés y los suyos, al igual que Abraham y familia, son conducidas hacia la Tierra Prometida por ese “algo”, ese dios que las habita y somos tú y yo colega lector (No diré “hipócrita lector” cual el salido de Baudelaire) Si siguen correctamente la señal, llegan al Lugar de Promisión donde la leche y miel manan… Células gliales que las acompañan, andamio sobre el que se sostienen, permanente maná durante su migración y ya en su estado de Bienaventuranza aposento definitivo.

Gliales: Esos ángeles para servir a ustedes, aristocráticas pensantes, aristocráticas ejecutantes de la sinfonía que es un alma.

Las neuronas son la amitosis

20

Cuando dijimos que cualquier libro de biología os puede proporcionar el dato de que “la amitosis es la muerte de la célula somática”, omitimos lo que estos mismos libros suelen callar a continuación de esa frase categórica, esta otra no menos definitiva: Las neuronas son la amitosis. Ellas no necesitan dividirse para ser o renovarse y sus microtúbulos los tienen empleados en tareas superiores como son las de servir de tubos de órgano o resonancia por donde los pensamientos circulen, circule la verdadera entidad que es un ser vivo superior: el funcionamiento de su cerebro.

Las neuronas son la amitosis
y ellas son el pensamiento humano,
el pensamiento creador de dioses,
función ésta superior a la de Dios o dioses
que existiesen
y la materia creasen.
Dios o dioses lo tendrían fácil:
Sólo necesitan tomar de la materia prima
preexistente si ellos allí,
para crear su obra;
el cerebro elabora la propia materia prima
de la que con mejor o peor fortuna
moldeará a sus criaturas,
criatura por excelencia, Dios,
criaturas del resto de las almas,
lugar, con más mérito que el Universo,
donde albergarlas,
esos cielos, otras vidas
que son su creación.

martes, 25 de mayo de 2010

Perpendiculares como el magnetismo y la electricidad… y su maraña microtrabecular

19

Perpendiculares entre ellos como el campo eléctrico del magnético, vemos a estos inseparables siempre formando un par (estos géminis que el día de la inmortalidad habrán de formar guerra con ese otro par o géminis que desde ellos engendran y sólo una de las dos parejitas predominar. Y no es gratuita esta comparación con la constelación géminis, cuya estrella principal es una doble doble doble… Y nuestro solitario Sol sin compañera conocida ¿? Hay quienes dicen que la tiene y Dios nos libre de esa Némesis cuando de nuevo se nos vuelva a acercar), construir con su tubulina, además del intermitente huso de la mitosis, una red de fibras que proporcionan movimiento a los órganos celulares, a la célula misma, además de construir el esqueleto que da forma a ésta. Este esqueleto o retículo microtrabecular fue descrito completamente en 1976……

Antes soñé yo con ellos y sin saber de los mismos todo lo célula que eran que hasta la forma de la misma.

Y por supuesto que la frase anterior guarda una queja. Cuando nos pasamos soñando, otros, mejor, durmiendo, la mitad de la vida, ¿por qué ha de estar sumido el sueño, la elaboración onírica, al igual que la muerte, en un pacto de silencio colectivo ante el cual no significó nada, que no fuese para fama particular y buena vida del autor, incluso “La interpretación de los sueños” de Freud, por qué sumidos sueño y muerte en un pacto de silencio, de no prestarles nadie atención, nadie lengua, quitada la referencia dicha que mejor ni hubiese existido lo a referenciar? ¿Por qué la extrañeza, o lo extraño, han de aceptar y vivir en esa marginación impuesta, a veces condescendiente, intolerante o estricta las más, de lo que denominándose la realidad (que no es otra cosa que la costumbre, o los pactos de inhumana convivencia que los que tuvieron poder, político, económico, intelectual, establecieron para todos nosotros) se hizo de una manera sucia y torpe con el control de todo? Ni siquiera los físicos con sus demenciales teorías que en tantas ocasiones rozan el absurdo de la pesadilla, son suficientes, ellos y su establecido estatus de “normalidad” pues profesionales tan necesarios –quitadas las pesadillas y su absurdo-, para devolver aceptación social, rango de normalidad o de respeto al mundo de los sueños. Quizá esto de la inaceptación de lo onírico sea secuela de aquello otro a lo que no está esta raza de imbéciles dispuesta a enfrentarse, nada más que cuando les llega el irremediable turno, la muerte.

Centriolos. Parecen no ser sólo dos puntitos dentro de un cuerpo sino el cuerpo mismo. Centriolos, excéntricos andamios para dar forma a una célula, esto que son las gliales para las neuronas y así dar forma a un cerebro. Gliales apoyos o andamios en nuestros cerebros sin los cuales no habría, no ya correcto, sino ningún pensamiento.

Mucho antes de saber que eso, centriolo, tuviese tanto que ver con el movimiento, tuve yo el sueño y supe instantáneamente al despertar que lo que el sueño decía o pedía se realizase, era una PARADA. Parando el movimiento, todos los movimientos, no sólo los celulares divisorios, devolviéndolo todo al éxtasis, esa propiedad de moverse sin ir cambiándose progresivamente de sitio, esa propiedad de moverse que tan poco tendrá que ver con el cálculo de Newton, como así los átomos, como así sus partículas, cuántica mecánica que no exploró todavía su exacta matemática condición.
……
La vida reducirse, entonces, eso quiere decir el sueño, a un dominio de una de ellas –si éste vence a éste-, entre las tiranteces o distintas direcciones hacia las que apuntan los componentes de un ángulo recto.

Esto es la mar de físico y sus direcciones dimensiones… siempre en ángulos rectos. Del dúo, luego cuarteto de centriolos, al trío de las físicas espaciales direcciones, ¡que algunos también quieren cuarteto!, y bueno estuviese que nos quedásemos en bidimensiones. Quizá nuestras células y algún cambio más o menos espectacular en ellas, pudiesen vivir en esa Planilandia. ¿Cómo no nosotros?

Sueño que significa la muerte para casi todos

18

Cualquier libro de biología os dirá que amitosis, esto que al parecer proclamo si acabamos con las divisiones, es la muerte de la célula. Pero insistamos:
Amitosis como camino inmortal del hombre.

…Significa la muerte de las células

Parad, os dije,
detened la célula
en el momento que sea la doble imagen de sí misma
cuando todavía es una.
Y un sueño se me regala mientras redacto el libro,
seguramente concreción de pensamiento semiinconsciente que, al respecto del sueño madre que motivó esta obra, en algún momento de los pasados años tuve:

La edad ideal para que el hombre reciba
este poderoso influjo-freno
que lo devuelva a su estado atlante
no debe pasar de los 23 ó 24 años de su vida.

Un sueño que nos condena a todos los que sobrepasamos esa edad.

Veintitrés son los pares de cromosomas
que hacen de nosotros lo que somos.
Seguramente este dato lo tuvo presente el sueño
que puede ser no premonitorio, ni condenatorio;
pero ¿qué más da?

Sueño que significa la muerte para casi todos,
ha de acompañar a otro que significa la inmortalidad.

Imaginemos los cromosomas, cada par, como peldaños de una montaña, uno asciende, otro desciende; dos laderas apuntando a la misma cúspide y que sólo por una de ellas se pudiese subir, por la otra, bajar. Veintitrés son los peldaños o salientes rocas que llevan a la expresión más alta, y veintitrés los que nos descienden: genes de juventud, genes de senectud; genes que dan forma y genes empeñados en desmentirla, borrar lo donado, reducir a una planicie de nada la sobresaliente orografía capaz de un rostro. No dejar expresarse a esos 23, sería la solución para esta condena a muerte, del sueño, para casi todos. ¡Ahí estaremos, en esa trinchera, fortificándonos contra el enemigo disolvente!
(Toda una premonición, visto desde 2010, hecha en 1983 sobre la abundante investigación biológica de nuestros días al respecto de los mecanismos moleculares y genéticos del envejecimiento)

¿Por qué vía heredaremos los genes de la muerte, feos genes que envejecen, disuelven? No apunto al padre ni a la madre, del padre al fin heredamos los centriolos, la figura estelar de nuestro libro, centrosoma, centrosol, centro del áster, donde ha de librarse y entre quiénes, esta epopeya del “éste vence a éste” de la inmortalidad; no apunto al padre ni a la madre, ésta, donante de la fabrica alimentaria de la vida: Mitocondrias, pero digo que hay “géneros de vida” y “géneros de muerte”, distintos géneros que han de ser abolidos, si la vida es un género un rostro exclusivamente.

Siguiendo con la amenaza, para todos nosotros, yo con mi edad de Cristo, 33, por diez años fuera de la promesa de inmortalidad onírica. ¿Y si esos 23 ó 24 años como máximo para experimentar esa anafásica Ascensión, se refiriesen no a edad de hombre individual sino a Edad General del Hombre, siglo XXIII ó XXIV de nuestra Era? ¡Desde luego sí que para entonces estaríamos, como especie, en la Edad de Acuario, sea de Oro si allí la inmortalidad! …Inalcanzable entonces para ninguno de nosotros que vivimos ahora, ni los que nazcan en estos momentos, ni los que en la primera o segunda centurias del nuevo milenio, inalcanzable para todos nosotros inmortalidad.

Adolescente género humano, siglo XXIII, llegarás al final de tu carrera y te doctorarás en vida.

¡Hagámoslo posible ahora! Me sigue gritando la rebelión.

A 2010 se me ocurre que los genes homólogos en los pares cromosómicos, además de ese papel benefactor que pueden jugar -si uno de los genes del par conlleva una malformación el del otro cromosoma del par tomando el control de la expresión nos pone a salvo- ¿podrían ser esos demonios a los que aquí aludo y toman el control de la expresión pasando cierta edad, sean esos 23 ó 24 años, y así nos descienden hacia la senectud como aquí se dice; uno de esos genes homólogos el dador de la juventud, de la expresión, el otro, de la senectud, de lo que borra o degrada esa expresión? Jueguecitos genéticos que ¿habrán experimentado o investigado? ¡Menos clonaciones o criogenizaciones de ovejas o de famosos y ricachos, y más espabiladas neuronas para experimentar o investigar todas las posibilidades de esa nada, herencia genética que no hay porqué sobrevalorar tanto, que nos dirían las dras. Rita Levi Montalcini y una bióloga norteamericana de la que olvidé el nombre y el internet no tiene la amabilidad o el conocimiento o el orden lógico en la captura y exposición de ese conocimiento, como para recordármelo!

Etopeya gráfica de nuestros protagonistas

17

(Hemos ido a la web, allí son mas fres. las imágenes de mis protagonistas, retratos realizados con más medios. A 27 años de estar entre estas páginas y parece que rejuvenecieran cual si el protagonista de "El retrato de Dorian Gray")

Empezando por la Célula, esa Celda o tapia del manicomio tras la que nos enclaustraron a todos



Arca de Noé, Célula

Y Dios puso a salvo la vida,
de las aguas.
Dios embarcó en la pequeña célula,
misterio de la materia
misterio y su perfección,
todas las posibilidades de combinación
para lograr al hombre,
para lograrse: lograrnos.

Pero ¿de quién se valió?
¿de qué manos hacederas de su barca?
Es fácil: Noé: Eón: Emanación.
Para construir la célula,
tablón, aun fuese podrido, o clavo
todos nosotros pusimos algo en la empresa,
genes con más o menos valor,
nuestros sufrientes fenotipos de más peso,
reciclaje de evoluciones.
Empapado de nuestras letras o sangre
la redacción del libro
molécula de la herencia.

Desvelemos el misterio de este arca
antes de que definitivamente sea el lastre que nos hunda.
Obra de imperfección
la que sale de las manos de unos no-perfeccionados,
no transmutados;
pero ella transporta la esencia:
Eón: Emanación.


Anafase

En el cap. 11 ya hicimos su panegírico
Veámosla ahora tal como nos la relatan las micrografías,

ese arte de aumentar o elevar lo invisible a los ojos, hasta el escenario de los mismos. Ni los que tienen por oficio el despellejamiento del prójimo elevando al máximo sus defectos o inventándolos, se atreven a extremos de más alta resolución: 36.000 veces su tamaño real (Se supone que estas micrografías, mejores que aquella con la que ilustré mi libro en 1983, estarán más aumentadas)


El huso entre sus polos centriolares, tan pésima imagen para reproducir la del sueño por mí dibujada al principio del libro, aquí en technicolor

(imagen fluorescente de los mismos tomada también de la red)


Y los centriolos
Actores principales de esta epopeya



Athanor
Igualmente biografiado al principio del libro, At-Tannur o Al-Tannur, manantial o borde de un pozo, sea el horno a más alta temperatura jamás concebido, cual Big-bang, sea la ausencia de toda temperatura, que eso sería el cero absoluto más que congelación monstruosamente paralizante. Ausencia de temperatura: Detención en lo que importa

Nuestra circular criatura como los dioses que menciona Platón, aquellos planetas dioses griegos. Pero aquí hay más una estrella neutrón que un cuerpo apagado y para nada necesita del tonto ese del fuelle soplando aire que bien haría el lelo en dirigir hacia su propio interior.

Aquí le tenemos, cual una premonición de la ciencia del átomo, alzada de central nuclear.



O cual si los tubos de un acelerador si lo tumbamos


Oh, célula, célula, que acabarás siendo el átomo que fuiste. ¡Que acabarás siendo sus partículas!

Microtubular es tu misterio. Uno sois, tú, Athanor y el Centriolo. Esos nueve cañones triples para acelerar ideas si lo microtubular en el cerebro, sus alargados axones, su red de dendritas.

lunes, 24 de mayo de 2010

Deteniendo la célula en su loca carrera hacia la muerte

16

Un conde echa sobre sus hombros la tarea.
Detener la célula en su camino de destrucción reproductiva, conde Athanor.
Un fragmento del GRAN LIBRO inconcluso DE LA VIDA.
Libro, Sinfonía inacabada.

Athanor: Horno Cósmico; Hijo del Altísimo; el Diablo mismo… Por todos sus nombres es llamado a una vida de padre de esta obra.

El conde, resucita, compañero: Comes.
Si todo lo que come está vivo, según la biología,
todo lo que come acompaña.
¿Comer para vivir, o comer la propia muerte?
-Se pregunta quien redacta-
Comer: morir… tal vez resucitar.
Dracul: Drácula.
Horno Cósmico: Athanor.
Dios: Creación.
Luzbel, la más bella obra o luz: Dios mismo.
Infierno u Horno Cósmico de la vida,
la inmortalidad se fragua en este horno alquímico
en el que ¿no comer y no reproducirse?
¿Es acaso vida la así coloreada?
Os devuelvo vuestras interrogaciones
aumentadas de grado:
¿No comer del Arbor Palladis, Árbol del Conocimiento,
y no reproducirse como inmortal piedra, lapis?;
¿es acaso vida ese gris conformismo que sólo abre la boca si le está permitido,
si sabe que el aplauso en cerrada ovación coronará su discurso,
o calla si le espera la reprobación?

Este conde, comes, compañero, horno cósmico de la transmutación, os devolverá el metal vil de vuestra muerte en oro precioso de la Vida, esa única que merece la pena vivir.
Comite, Compañero, el que más cerca está del “Emperador”, de la chispa que enciende la Gran Obra.

Pues yo os digo que os moriréis por comer y por reproduciros, por necesitar tomar del exterior lo que llevabais DENTRO, oh histéricas células, histéricos humanos sin ningún gobierno de Conocimiento. Detened a la célula, deteneos… O habréis perdido al mundo.

Ser las cosas lo que son

15

Ser las cosas lo que son. Ningún descubrimiento puedo atribuirme, ¿cuando tantos? Cuando tantos buenos, seguramente correctos pensamientos, conformes a lo que será, aunque no con lo que es ahora.
…………

Os quise regalar mi sueño, de un encanto alquímico esotérico rodeado. Aunque creo que mayor encanto y misterio natural es éste de las cosas siendo lo que son. Sabiduría máxima estriba en quien dijo “Yo soy el que soy”… Y el que quiera crucificarnos desestimarnos por ser hij@ del carpintero o del taxista, allá él con su estupidez criminal.
Os quise regalar mi sueño. Y ya me viene de vuelta, el libro todavía redactándose, y nadie lo tomó, esos miserables intermediarios de los que hablaba al principio del libro: en la Antigüedad no existían editores que mediasen entre la palabra, su autor-a, y el Dios o Musa que la inspira… Allá ellos con su estupidez criminal.

De aquí viene tanto afán por la cosmética y las modas, de ese no dejar ser las cosas, los seres, lo que son. Esa obsesión por ocultar los orígenes, o exhibirlos cuando “cosméticos” tan a la moda como único pasaporte válido a la vida que es el triunfo social. Es natural que la falta de esencia produzca exceso de aditivos, especias sin sustancias para un sabor vacío.

Un vacío de sabor
es un color sin nada en que posarse,
latido sin corazón
ala sin ave.
Somos el contraDios
que inventa el mundo sin hombres
o la mirada sin ojos.
Y ¿de qué le sirve al paisaje una visión sin pupila?

Ahí se queden con su lavatorio de manos:
-Él se dijo rey de los judíos
pero yo le crucifico,
de mí depende si existió o no,
él y su obra,
de mí, si para siempre le oculto,
o le divulgo.

Ser las cosas lo que son.
O ni visto para sentencia
cuando ya se sentenció.
No por ello no terminaremos,
ahora si es menester hasta que el mundo se acabe,
o se incumpla lo que sueño o predigo,
o llegue a cumplirse,
no por ello no terminaremos lo que empezamos.

Mis muertos celulares

14

Si nuestras células somáticas no muriesen
pero continuasen por su vía reproductiva,
es de suponer que en poco tiempo
alcanzarían en tamaño ¡y forma!
al Universo mismo.

Con todas las células que han muerto en mí
sacrificadas en este espacio-templo que me forma
tiendo la mano hacia el futuro
y del pasado tomo el fruto.

Un puente de iones son mis muertos celulares
-células muertas pero en la luz con vida-
para llegar a la Ciudad Perdida,
esa-que-fue la todavía-no-sida.
Un puente de partículas imposibles
que no pueden existir, pero que existen.

El ες de Acuario, no Era

13

¿La Era de Acuario comenzó en 1950 año de nuestro calendario, o a 1950 años de una muerte? 1983, 1987, 1991… No esperemos más

Si nuestro calendario funcionara a partir del verdadero año de nacimiento de Cristo, 1983 sería 1987… ó 1991: A 1950 años de una muerte (1)

Algunos, desde instancias astrológicas, contando también con algún fenómeno cósmico para ello, dicen que la Era de Acuario comenzó en 1950, justo en la mitad del siglo XX; otros opinan, también desde la astrología, que empezaría ahora, 1983; y algunos más que en 1987, 1962. Y desde la astronomía tampoco hay mucho consenso sobre el año de comienzo debido a que ¿dónde poner los límites a las constelaciones de esa estrecha banda conocida por Zodíaco que para efectos astronómicos incluso nada importa?; aquí, en el terreno astronómico, se oye, se lee, el 2033, 2037, 2150, incluso hemos leído ¡2600!, como fecha de ese evento. No es baladí esto de límites astronómicos tan lábiles para las constelaciones que permitan estos corrimientos de fechas; se supone que la ciencia debería ser más seria. Si se han establecido determinados puntos en el cielo como límites a las constelaciones, ¿cómo es que nadie apostaría por el hecho de que en una fecha exacta el sol o su punto vernal, lugar en el que amanece en el equinoccio de primavera, haya salido de una constelación para iniciar su paso por la siguiente? Así pues, ahí tienen donde elegir para iniciar el Acuario, de 1950 a 2600. 650 años. Casi el tiempo promedio que ese punto vernal del sol transita por cada una de las constelaciones. Pero ¿qué importa el año, si la misma astronomía no da valor ninguno a ese fenómeno, no el de la precesión de los equinoccios, sí el de las Eras?

Mas no esperemos a 2033, ni menos a 2600, para enterarnos por el calendario de que la Edad de Oro existe, de que la Era de Acuario lo es o ya lo era. Si se dijo 1950, y tanto malo desde ahí, pongamos ahora freno inmediato, a 1950 aniversario de una muerte como queriendo frenar todas las que se sucederán. Detened el Mundo en el quicio exacto entre dos Eras, que el tiempo sea un presente dilatado donde todo lo que fue y será, aparezca. Deteneos ahora, o no habrá más oro de horas que se os done en la esperanza de que sepáis invertirlas… ¡Invertirlas!: Emplearlas adecuadamente volviendo a los orígenes, allí: aquí, en el final de todo. Invertirlas: ¡Metedlas hacia dentro! ¡Id hacia vosotros mismos! “Dentro” “Dentro”. “¡Intro!” que nos golpean las computadoras. ¿Cómo negarnos en aquella madrugada despertando cubierta de sudor viendo todavía aquellas tablas de luz todavía ante los ojos, pero ya sin su mensaje del que sólo quedó en la tabla de la izda, arriba, el encabezamiento, a modo de nombre de a quién o a quiénes dirigida: ες , y en la de la derecha, abajo, a modo de firma: ες ?
ες : Dentro
Estoy frente a otra claridad, poco importa el sudor frío en la oscuridad, si es un dentro en el que estamos por fuera o por encima de todo, si leo esas palabras, aunque las borre mi ignorancia de despierta ya que escritas en idioma que desconozco: griego, si leo esas palabras escritas con luz en superficie también lumínica y mismo cuerpo del que las dicta o escribe allí, en tablas, una de ellas su propio cuerpo, palabras de alguien que se supone ni existió o si existió, hace casi dos mil años muerto.

Una Era es representada con el simbolismo del signo en que se ubica y del signo en su justa oposición. Era de Piscis: Los peces y la Virgen: Virgo, mucho dolor en ese revuelto mar de profundidad que aspira a la pureza de la forma, mar profundísimo de sangre en salvajes oleadas del espíritu luchando por emerger de la oscuridad más letal. Piscis y su religión del Mar, quizá del nombre de todos los mares… de sangre, religión de todos los nombres. Acuario y su promesa de la fructificación de toda esa lucha, de la fructificación de toda esa sangre como lengua de fuego derramándose sobre nuestras cabezas, agua de vida; acuario y su signo enfrentado, leo: la majestad, todo ese dolor desde tan antiguo, toda esa sangre derramada en la lucha por el Conocimiento, la Justicia, al fin reconocida, al fin alcanzando el lugar de majestad o respeto que merece. Acuario derramando el Agua Regia, agua de vida… Símbolos tan alquímicos. León verde, Fin de la Obra, el oro del Conocimiento absoluto.

¡No dejemos para mañana, por Dios, para el año 2033 y menos para el 2600, lo que debe ser ahora, lo que debió ser siempre! No dejemos o no imposibilitemos esta transmutación de todos hacia el Todo. No dejemos para mañana el que ες , que hasta así se llamó a Sí mismo, no dejemos para mañana al Hombre verdadero, al dios al que habló Dios, según refiere Cristo en Juan X,35. No permitamos que no emerja de una dichosa vez lo que siempre estuvo con nosotros pues si… Dentro.

Volvamos hacia el Principio, las Eras retroceden, preceden. Vayamos hacia el era era con el ες ες . No Era, ¡ες ! El ες de Acuario.



(1) A 2010
Jugando en aquel año, 1983, con esa fecha, tan escurridiza como las Eras astrológicas, del nacimiento de Cristo (que algunos quieren que ni nació siquiera; no existió ningún Jesús de Nazaret; otros le hacen Dios; y otro más descubre la posible tumba y sarcófago que le contuviera, ¡incluso hasta si hubo milagro en él! --misterios de esa radiación que grabó una figura en la Síndone-- y todos acaban ignorándolo y construyéndole encima un bloque de apartamentos en Israel. Qué asco de humanidad. Fuese dios o no fuese; fuese alguien especial; fuese un insignificante humano, que hasta el más insignificante, yo, mi caso, tanto puede significar), 0 de nuestra era, -4, -7… Algo me puso delante la dolorosa fecha del futuro fallecimiento de mi hermana como portal de entrada a esa Era o Edad de Oro (¡que estaría hasta signada por la explosión de una supernova, la 1ª más cercana observada en los tiempos modernos, la supernova 1992A en uno de los pequeños satélites galácticos de la Vía Láctea, las galaxias enanas de Magallanes!). Y yo, ciega, pues si no la omnisciencia; y yo… hablando de inmortalidades. Lo cual no quiere decir que la inmortalidad, y desde términos físicos –el espíritu no otra cosa es, y al hablar de lo físico del espíritu no me estoy refiriendo al cerebro-, no exista. ¡Eppur si muove! Y con ella me encontraré, sin importarme que haya de recorrer el mismo camino de ella para hacerlo, no que aterrice en ese su Mundo, yo y todos cuantos en este mundo, de la mano del pleno Conocimiento alcanzando, no hay nada oculto que no llegue a saberse, Conocimiento pleno que destierre a la muerte, la mentira el dolor el mal.

domingo, 23 de mayo de 2010

Athanor (Etopeya)

12

Está bien que a ti vuelva mi rostro para que mi mirada sueñe a describirte. Sobre todo si pretenden que ni existes.

No es moren@ y lo es; no sabemos el sexo, ¡ni sabemos si el sexo que conocemos tiene allí algún papel!; su estatura pudiera rondar el 1,60, o ni siquiera ocupar lugar alguno en el espacio, tampoco vertical, menos aún ya que no hay arriba y abajo por separado sino que uno es (¿y cómo se concibe la unidad aquí?) 1,60 aquella estatura asignada a Cristo hasta que especialistas desde Turín confirmaron que la Síndone establecía para el Maestro alquímico los centímetros requeridos en cualquier aspirante a la práctica del baloncesto. Su cabello no sufre de ese estado semejante a las zarzas silvestres y no porque el jabón ni aspire a resbalar por él, o tijeras a cortarlo por su condición de nazareo (sujetos en los que alberga la fuerza de Dios debido a lo intocable de su melena); ¡es que estamos desconociendo hasta eso de ella-él.

¿De origen árabe ya que ellos heredaron la Tradición durante un tiempo? También las raíces Al-Andalus de la narradora pudiesen atestiguar eso de ella, aunque bien saben lo mentira: ¡Que antes que árabes fueron los tartésicos ahí! Tartésicos, de los cuales sus primos los etruscos, resto de iberos incluidos los celtois, tribu primero ibera reconocidos después por celtas! También la narradora tiene sus raíces ahí y sabe de ella y sus ancestros cuán Tarsis, cuán misteriosos pueblos del mar, ¡cuán atlantes desembarcados-oriundos- en Thera o en Creta amén de aquí.

At-Tannur, así conocid@ por los árabes que reclaman para ellos el privilegio de haberle alumbrado, cuando sólo las madres tienen ese privilegio y no es que se respete mucho la opinión de mujer alguna entre ellos; At-Tannur vino al mundo en forma circular, y tampoco por ello los dioses griegos de Platón es que puedan echar las campanas al vuelo; lugar, Grecia clásica, en el que tampoco se respetaba a la mujer. Pero vino al mundo como los dioses y, como ellos, con un rostro de fuego. Y si entre esas llamas: alma de poeta, alma de poeta desde un oscuro lugar sin fondo del que deberá ser boca ígnea: Palabra.

Dicen que a sus entrañas fue arrojada la Serpiente o Dragón Antiguo. Rostro de pez, alma de fuego, ¿vamos acotando sus características? Rostro de pez del océano cósmico, alma de fuego tan como las estrellas, que en un tiempo, o en un antes del tiempo que aquí contabilizamos, fuese el Conocimiento. Conocimiento, que se pretendió “veneno”, que entregase con largueza a cada hombre; ¡veneno el carecer de él! Conocimiento ¡más que la roja sangre de las venas!, ahí hay más; y si ello caminase por los azules túneles de nuestra roja sangre, seguramente es que se hubiese descubierto la panacea, elixir, lapis.

At-Tannur ¿Fue la el únic@ insensat@ que no renegase de esa íntima compañía pues albergada en las entrañas, cercanía unificación con el Dragón Antiguo del Conocimiento? ¿Por ello ni es hombre? Es una red de comunicación universal repleta del precioso líquido, ese que desde Dios a la muerte, que desde el arriba al abajo.


Declaración de simpatías con nuestr@ héroe:
Creo en Athanor con toda mi alma, todo mi corazón, mi mente: ¿Cómo no creer en una misma? Y creo en su misión inmortal. Athanor es la estrella que predice la Reconciliación del hombre con el hombre, el éxito de un cerebro mitral dominando todas las cosas desde todos los hombres. Victoria de segundo nacimiento desde el profundo vientre de la materia madera, esa que jamás podrá consumir ningún incendio o hielo en el bosque de los Jardines Cósmicos.

sábado, 22 de mayo de 2010

Ana como palabra maestra para abrir el libro

11

Anabolé: Lanzamiento
¿Me siento lanzada a las estrellas rocas por una mano violenta ira que quiere destruirme…
o a los Cielos de algún conocimiento me siento lanzada?

Lanzar a esta raza a las estrellas –rocas- de su destino.

¡Ana: Arriba!
Phasis: Apariencia
Anafase, la más hermosa fase de una luna.
¿Y si fueses tú?
¿Si ahí, parada célula, ella dejase ver lo inmortal,
si centriolo venciendo a otro,
cromosomas partidos
pero no repartidos aún
en dos mitades nucleares,
hiciese como dos de cada célula
pero no dos células?

La más hermosa fase de una luna.
Núcleo en el reposo de una perfección hallada.
Cromosomas ascendiendo
hacia su cielo diferencial cada uno,
de sus manos centrómeros tomados
por ambos extremos del éxtasis microtúbulo.
Cromosomas ascendiendo, sería ahora,
hacia un cielo de superioridad
cual un Cristo, cuerpo de Cristo
a su gloria llamado.

Ana: Contra todo
Contra toda imposible realización de tu éxtasis mitótico
Ana: De nuevo
Ana: Sobre todo
Cada vez: Ana

¡Arriba! ¡Arriba apariencias!
Aparencias desnudas
Abajo velos
Veamos la cara a la Naturaleza,
esa que en sus imposibles
guarda todas las posibilidades.
Ana o el fruto de la ciencia
del Arte.
Ana o el equilibrio de las sustancias que dan lugar a la panacea.


A 2010

Enamorada de alguien con ese nombre
en aquellas fechas,
he de confesar que esa fue mi arbitraria elección,
además de sopesarla como fase crucial de la mitosis,
para elegir esta fase en la división celular
como domicilio de una posible inmortalidad a nivel célula.

Y ahora me pregunto, si esto es tan descabellado, como se me quiso hacer ver durante todos estos años; ahora que por fin las ciencias biológicas comienzan a hablar de inmortalidades.

¿Qué cambios se producirían en un organismo en el cual se obrase la hazaña –y el que se desconozcan los medios no quiere decir que no pueda hacerse- de inducir al mismo tiempo la mitosis de todas sus células y llegadas todas al estadio anafase, allí se quedasen cual si esa ascensión de los cromosomas por el huso hubiese obrado el milagro de la mismísima Ascensión o como un cambio a otras dimensiones, fuesen de percepción, de vida automantenida cual si el ciclo de Krebs, del que hablará este libro más adelante, se hubiese cerrado sobre sí mismo sin necesitar más aportes externos?

La llama en el centro de la hoguera o el hombre dentro del sol II

10

Y a 2010
hemos de terminar la parábola o fábula de la Llama en los Andes, llama en el centro de la hoguera o el hombre dentro del sol, con estas palabras:

Bohr en el sol, núcleo del sistema solar, Bohr o los vivos, todo lo vivo o toda la materia, quiere decir… lo que somos, lo que no otra cosa es cuanta materia en el Universo sino protones, el 99% o el 95% de la misma, idéntico porcentaje que la masa y energía oscuras son a la materia total observable.
Somos protones en el desconocimiento, todavía, de nosotros mismos, de aquello que es la materia y pretende ratificarse desde el Cern la única idea más probable que sobre ella se tiene: el que venga dada toda ella por la santificación de otro campo más que al tocarla, o tocar la materia a éste, ambos interaccionar, de ahí se produzca. Mal contada la historia. Sería “emerger de”, la materia ser producida por ese otro campo que se pretende que exista (Y quizá no exista, sino que ese nuevo campo sea exclusivamente la conjugación perfecta de los cuatro existentes, quizá únicamente dos, gravedad o masa y electromagnetismo. Vista la gravedad como lo que es, masa, apréciese el parecido entre el campo de higgs que ayudaría, o del cual vendrían todas las masas, con el campo de newton) , ya que si esa supuesta interacción da origen a la materia, no sería, entonces, interacción sino génesis de la misma, pues ¿cómo interaccionaría antes de existir lo que ni existe?

Somos protones en el desconocimiento de nosotros mismos. Y como acabé mi fábula parábola en 1983:
“El hombre dentro del sol” y la llama de los Andes que arde sin consumirse como la luz en el fondo de la oscuridad del Evangelio, llama dentro de la hoguera buscando “algo”, ¡cuánto tienen que buscar todavía!
O ¡cuánto por encontrar que quizá esté a las puertas!

Y aquí, ahora, no puedo decir, sino más tarde añadiré una nueva y última parábola o fábula a este libro de 1983 con mi solución final o lo que yo creo sea la solución final a este laberinto de qué es la materia, qué es todo.

Sólo adelantaré esta concentración protónica como partícula chamánica, si divina, o si partícula de partículas: 8247,592458 protones como si uno, masa 69,44616167hc; energía 1/2εoα eV

viernes, 21 de mayo de 2010

¡El hombre dentro del sol o la Llama en los Andes

9

Dicen Pauwles Bergier en su “El retorno de los brujos”: “Hay que desconfiar de las imágenes. Sirven para transportar a un nivel de conciencia más bajo la idea que sólo puede respirar a otra altura”.
Estamos de acuerdo, para cuando la “idea” pertenezca a un nivel de conciencia más bajo, que ella, o su formulador, en su soberbia, se piense que más alto; esa pobre idea, entonces, no puede sino degradarse más si expresada o “iluminada” por imagencitas. Pero si de veras llevados o llegados a un nivel de conciencia más alto, ¿cómo no coincidirían ojo y voz? La imagen y la palabra dando cuerpo a la idea serían una en su perfección. ¿Qué mejor cuadro o fotografía que aquel que nos expresa toda una historia? ¿Qué mejor palabra que la que pueda resumirse en una imagen, a ese paisaje nos transporte? …Si estas palabras pudiesen hacer una panorámica sobre la inmortalidad y mostrarnos esa edénica maravilla aun encarnando en esta imagen de la locura de la célula en su a la inmortalidad por el me repito o el me particiono.

Niels Bohr dentro del sol, es una perfecta imagen resumen de lo que fue para la naciente ciencia del átomo, significado por esa imagen ese sueño…

Y a mí se me van las imágenes a otra de otro sueño mío: Una llama en los Andes, arrojada, o ella sola se metió en el centro de una hoguera para buscar “algo”. Y ese “algo” resultó la inmortalidad que la llama misma engullía al hacer lo mismo con el centro de esa hoguera en la cual estaba ardiendo sin remedio y con resultado de muerte. Pero al fin la hoguera y la llama, animal, eran una sola cosa; y la llama: inmortal.

Y pienso en los significados físicos del monopolo magnético que introducimos en la fábula sueño cap. anterior: Algo que probaría la existencia de polos magnéticos por separado sería precisamente la mortalidad y de toda la materia, condición de efímero o desintegración del mismísimo protón, esa partícula prácticamente inmortal dados los tiempos inimaginables que tardaría un solo protón en desintegrarse. ¿Prueba de la mortalidad de todo el Universo el “éste vence a éste” que sería un polo magnético logrando la proeza de aislarse de su inseparable sombra? Desde luego que la muerte el mal el dolor habrían acabado, si todo, si todo concluido que expiraría Cristo en la cruz.

Pero buscamos una prueba de la inmortalidad como aquello que buscaba la llama de mi sueño dentro de la hoguera en la que moría o ardía, pero al fin ella era aquello mismo que parecía procurarle la muerte, y vivía de ser aquello mismo.

¿El protón se desintegra, pero vive más o de su verdadera condición de inmortal, mediante aquello mismo que su desintegración procure y no precisamente ese monopolo, que ello es únicamente prueba de que esto podría ser así? ¿Qué desintegraría el protón, inseparables quarks, vosotros también inseparables como los polos magnéticos ahora? Ese calor primigenio, horno alquímico, athanor del principio de todo.

Cuarks separados, cargas eléctricas fraccionarias entonces libres, monopolos magnéticos en completa libertad de formar pareja o no… Un panorama electromagnético muy distinto al contemplado hasta hoy incluso por la ciencia del átomo que tanto tuvo que refreír, o meter bajo la alfombra a Maxwell y el electromagnetismo para hacerlo casar con lo observado por la incluso emergente ciencia del átomo.

“El hombre dentro del sol”, a pesar de su logro espectacular que le llevaría a pensar que había cumplido su sueño de estudiante, y la llama de los Andes dentro de la hoguera buscando “algo”, ¡cuánto tienen que buscar todavía! Pobre mi llamita todavía ardiendo y sin consumirse.



A 2010
pensamos que
¿Y si la soñada imagen en lugar de una célula o un simple y cualquiera campo magnético, fuese el campo magnético por excelencia: El Universo entero, si esos caminos del huso, o líneas de campo fuesen la espectacular “red de Indra” de la recién descubierta estructura del Universo en filamentos de galaxias materia oscura contorneando vacíos espantosos? Un Universo que se constriñe por su centro como una vulgar célula, las galaxias intentando anular los vacíos mortales entre ellas, apiñándose, incorporándose a un campo electromagnético no cancelado, o dirección preferida por la radiación en el Cosmos que configura un a modo de eje universal, fenómeno analizado y puesto al descubierto en los años noventa y recientemente bautizado como “eje del mal”. “Del mal” pues puede mandar al carajo tantas de las teorías aceptadas, no sólo los preciados big-bang y lo que se considera su prueba, inflación, sino al carajo hasta al mismísimo Einstein y su geométrica gravedad que se olvidó de todos los ejes a pesar de sus curvaturas.

¡Estaría bueno que el Universo se constriñese y dividiese como las partenogenéticas amebas o protozoos, nada de explosivos big-bang y sus arterías!

Nos entran ganas de gritar: ¡A los ricos Universos paralelos que estuvieron siempre, y estarán en éste! ¿Se parte o divide en dos y más, harto del peso de tanta tontería humana, ya terrestre o extraterrestre, que contiene?

Niels Bohr soñó con el átomo

8

Se vio dentro del sol y no le influiría para lo mismo el pertenecer a signo astrológico que tuviese a ese astro por luminaria principal, pues no fue un leo sino un típico libra conciliador que para nada se amilanó ante un piscis cual Einstein que él sí parecía un leo, tanto por su persona como por su trayectoria. Se vio dentro del sol contemplando a los planetas que estaban unidos a éste por unos débiles filamentos y giraban a su alrededor.

El estudiante que entonces era Niels tuvo la sensación al despertar de haber sido gratificado por el sueño con la imagen perfecta del modelo del átomo.

¿Cómo no ver mi propio sueño narrado en capítulo anterior y sus “filamentos”, estos con cuerpo real o nombre, filamentos de tubulina del huso mitótico, encajando en el sueño de otro hombre? El hombre dentro del sol. Centrosol, así se llamaba, por la corona o áster de microtúbulos que lo rodean, lo que ahora conocemos por centrosoma, lugar en el que habitan los centriolos protagonistas de mi sueño anterior. Los cromosomas, planetas de la herencia, unidos a este Centrosol, centriolos, por los filamentos de tubulina de ellos emanados.

Él al despertar sintió haber sido gratificado con la contemplación del modelo auténtico del átomo, modelo del cual luego montaría las bases. Esto es soñar de un modo aprovechado. Aunque, claro, lo por mí aquí postulado es sobremanera… ¿Qué modelo habría de construir esta soñante para que la gratificación que ella también sintió al despertar después de aquel sueño de inmortalidad, de tras una batalla en la que “éste” vence a “éste”, haberse vencido a la misma muerte y todas sus purulentas secuelas, enfermedades, dolor? ¿Un modelo para la Inmortalidad que habría, por fuerza, de pasar por la especialidad que a Niels condujo hasta el cumplimiento de su sueño de estudiante, importantísimas aportaciones, después reformas, de los muchísimos que con él colaboraron en el cumplimiento del mismo?

Desde luego que si existe física inmortalidad, lo único que puede existir si la inmortalidad existe, si algo existe, no hay nada más que lo físico, pues esto y no otra cosa es lo mismísimo espiritual, si quieren acoplen física a energía y no a su homóloga, o lo mismo me da, materia; si existe física inmortalidad, y aunque estuviese hablada en lenguaje de células, ha de pasar por esa especialidad que a Bohr le sirvió para cumplir con su sueño: Física.

Y ahora miro, tras los años, la imagen de mi sueño y me pregunto: ¿Por qué asociarla simplemente a célula? Puede ser también la expresión de un campo magnético estos dos polos unidos por los filamentos que emanan de ese campo. Éste vence a éste, sería entonces una curiosa expresión para designar algo tan físico como esa ensoñación de partícula de los amigos físicos, pues todavía no descubierta aunque postulada, “monopolo magnético”, o la contemplación de esos polos por separado no siempre en su tándem, indestructible por nada hasta ahora, de dos.

Un sueño mientras dormía

7

-Si éste vence a éste, toda la muerte el dolor y el mal del mundo habrán desaparecido.
Cual pie a una fotografía, esta voz en el sueño pone palabra a la imagen en el mismo


Este es el sueño que contenía un libro en sus entrañas.
La imagen del sueño que con el tiempo no puedo asegurar ya si la hendidura central que a su derecha, de lo que se supone una célula que se constriñe para partirse en dos, exhibe estaba situada de lado contrario;

la imagen para mí, al despertar, no tuve duda alguna en asociar al estado mitótico de una célula en cualquiera de sus estadios, para mí anafase.
Este es el sueño que contenía un libro en sus entrañas.
Tan corto tan efímero y ni todos los años que se sucedan le restarán lozanía. Aquello que consideramos Dios o la Verdad, la Vida, necesita de muy pocas palabras y quizá de sólo una imagen entre muchas para convencernos, para mostrarnos algo. No necesita ni nombrar con los nombres que les damos, las cosas conocidas. Los “éste” y “éste” del sueño son los centriolos de la célula.
Centriolo.- Uno o dos orgánulos cilíndricos que habitan el Centrosoma –A su vez habitante de la Centrosfera- Orgánulo formado por nueve túbulos que pueden ser, a su vez, simples dobles o triples.

Si la función del centriolo, ya “de los” centriolos -en caso de sólo haber uno en el centrosoma, éste habría de dividirse, al igual que lo hacen las células, precisamente para ser el mecanismo soporte de la división de las mismas necesitada de dos polos- es producir esa tela de araña hilos o cables de un puente de centriolo a centriolo, llamada huso, que arrastrarán con ellos cada uno de los cromosomas de un par homólogo hacia los polos opuestos de la célula a partirse en dos, y sólo hay 23 pares de cromosomas en nuestra especie, sólo, entonces, se formarán 23 filamentos en el huso. ¿Para qué las otras cuatro posibilidades si cada túbulo, para conservar las simetrías, tan caras en la naturaleza, fuese un triplete? ¿Será nuestra especie el producto de una mutilación original, la hiciese lo que o lo quien la hiciese, especie que pudo estar dotada de unos cuantos cromosomas más? Véase esos curiosos e inmortales protozoos, amebas, ¡algunos dotados hasta de 1600 cromosomas sólo para expresión de una célula, de un organismo unicelular! Cuerpos que al exceso de la nada multicelular conducen, exceso concluido en muerte de la cual no nos salva ni nuestra descendencia, pues al contrario que esos sencillos cuerpecillos unicelulares, nosotros no nos ponemos por entero en ella. Dice Karl Von Frisch de esta curiosa vida de una célula: “No mueren por necesidad interior; llevan consigo la capacidad de una eterna juventud y de una vida eterna”.

En la imagen del sueño los cromosomas y el material en general del núcleo celular estarían representados por esos puntos que en ella aparecen aglomerándose hacia o con los filamentos de ese esqueleto de la división o tubulina del huso (ello es la tubulina, junto a otras sustancias afines: el esqueleto de nuestras células) La imagen completa sería una célula parada en ese momento delictivo, si no otra cosa acaba procurando que la muerte, del acto divisorio.

Y si se cumpliera la promesa onírica: “todo el dolor y el mal del mundo, por tanto, la muerte, habrán desaparecido”. Si “éste vence a éste”. Si un centriolo vence a otro. ¿Si no se lleva a cabo el acto divisorio? Aquí los colegas biólogos dirían que eso sí que sería el darnos por muertos. Hasta aquellos pequeños animalejos, protozoos de los que todo desciende, que antes decíamos, basan su “inmortalidad” en ella, división. Pero ¿cómo interpretar que éste venza a éste dentro del marco del acto divisorio si no como el hecho del predominio de un solo centriolo o la vuelta atrás en lo que se divide empezando por él, este orgánulo?
…Al fin la vida. Desde luego que sí para algo como el cáncer dentro de los organismos superiores, esa división asesina de células que han olvidado su nombre o su función por el hecho absurdo de perpetuarse y hacerlo así expandiéndose sin propósito.


A 2010 Y recordando la promesa de sueño cumplido que vino a ser otro sueño de aquellas fechas (Sueños, Cinco, a los que dedicamos todo un libro titulado con palabra también onírica: “Cinqcur”. “Cinco tribunales”, si vemos en el vocablo onírico la reunión de esas dos palabras del francés, “cinq” y “cour”, tribunales o cortes; o “Cinco curas” si recurrimos a “cure” en lugar de cour para la formación del vocablo onírico. Aunque fonéticamente la contracción parece aludir a la última, cour: cur. Mas aquello de “Cinco sanaciones” le iría que ni pintado al contexto general de aquellos sueños que a eso apuntaban, a una sanación una mejora) como acabamos de exponer en http://delicadaurgencia.blogspot.com/2010/05/tu-que-tanto-padeciste-por-culpa-de-la.html , nuestra mariposa en la frente, cerebro elevado al rango de tiara ya que de ese tamaño su cráneo, todas sus capacidades aumentadas por un desarrollo mayor de las sensaciones emociones que por “amor” conocemos; nuestra mariposa en la frente símbolo de todo ello, que casa a la perfección con el descubrimiento de la dra. Anne Dambricourt, las posiciones cada vez más verticales del hueso –mariposa- esfenoides en la base del cráneo permitiendo el aumento de nuestros cráneos a la vez que la conformación diferencial cada vez más evolucionada de nuestro esqueleto; recordando esa promesa de sueño cumplido, si lo mismo esperamos de éste que alguna vez tenga significado eso de la muerte el dolor el mal habrán desaparecido, ¿qué serán –no preguntaremos quiénes- entonces esos “éste” y “éste” del sueño, sujetos o cosas de tan idéntico nombre? De todos modos sigo pensando en lo dicho por mí, y seguramente dentro de las páginas de este libro: Cuando el hombre encuentre la cura del cáncer remedio habrá encontrado para curar la vida. La cura del cáncer como preámbulo a la inmortalidad. Y la cura del cáncer no vendrá por otras vías que por las de la extinción de las locas reproducciones celulares. Remedio a frenar esas mitosis, deletéreas o no, remedio para curar la “enfermedad” que es la vida, la muerte que es. Sea extinción para esa vida o expresión de la misma a sus auténticos niveles, esos que únicamente el Conocimiento puede develar.

jueves, 20 de mayo de 2010

La muerte de cualquier hombre me disminuye

6

“La muerte de cualquier hombre me disminuye
porque formo parte de la humanidad;
por tanto nunca mandes a nadie
a preguntar por quién doblan las campanas:
Doblan por ti.” (J. Donne)

Perder mi padre será como perderme
en la fosa sin nombre del vacío
o en el navío errante
de ese gran navegante
holandés maldito.

Perder mi padre.
Perderlo o abolirme.
Quedarme para siempre sin mi nombre,
huérfana, en esta soledad que es hombre,
de la mitad del mundo.

(¿Cómo no estaría presente en este libro de 1983 mi padre recién muerto, 1981? Y para que se vea que mis posturas radicales de desear el exterminio de su género, sólo me han sido impustas desde el exterior, ¡y no precisamente por ver el ejemplo de lo mismo en mujer otra alguna -de las cuales, si existen, como por ahí se dice, sigo sin enterarme ni de sus nombres ni de sitio en el que se reúnan-, sino por ver la degradación de este mundo del cual yo soy una de sus más completas víctimas, degradación hecha por macho, y degradación ahora, no históricamente nada más, degradación que se lleva por delante las mejores almas, las mejores vidas! Y al decir de mí “una de sus más completas víctimas” no va en ello ninguna exageración. O ¡¿Cómo se podría llamar el silenciamiento de cuarenta años, y, por tanto, exterminio, no sólo a la persona sino a la obra, decretado por ese mundo macho hacia una?!)

El libro de la Vida

5

No es ensayo no es verso no es cuento;
y es todo eso.
Un libro de fábulas, parábolas
que esconden o descubren
que… algo se mueve

“Algo se mueve”. Que le hizo decir Papini a Einstein, cuando para su “Gog” le “entrevista” para que le explique aquello del “Campo Unificado”. “Algo se mueve. Esta es toda la ciencia al ser toda la física; ¡la síntesis última del pensamiento humano! Algo se mueve.” Desde luego Papini debió tener tanta manía a Einstein como una, aquel pelmazo siempre en boca de todos como ahora los famosos de la tele.
La síntesis última del pensamiento humano: Algo se mueve… Tío cachondo.


Porque no os hemos dado a conocer
fábulas por arte compuestas
sino como habiendo con nuestros propios ojos
visto su majestad

Perico, no el de los palotes, aunque tantos palotes por allí o números romanos, pues el fundador de ese timo a Jesucristo y usurpación del lugar de María Magdalena y su gnóstico evangelio, llamado católica iglesia. Perico en su Epístola 2 -1,16

Proemio 2

La otra pierna sobre la que camina el libro o proposición, ya que bípedos somos (Y a 2010 añado: Y por el camino nos encontraremos arrieros editores, mulas o males, machos, al servicio de otras mulas o males) :

En una transmutación transformación a realizarse en el hombre, no sólo la mística tendrá que ver como no sólo la física. Los laboratorios existen para algo, también la ciencia ocupa a los hijos de Dios; como existe la conciencia de los seres, mares de las corrientes místicas que quizá empezando tan respetables, acabaron tan miserables, como por el caso aludido, Pedro el de la cita de arriba y Miriam de Migdal, Jesús.

Aquí agarramos todos esos ingredientes de ciencias y místicas, tan pagados de su importancia cada cual en su parcela, reducidos a sus élites, y les obligamos a realizar… ¿Lo que no está en ellos? Aquí agarramos todos esos ingredientes químicos, físicos y biológicos, con la naturalidad de quien sabe usa de lo suyo; y que el Cielo nos corresponda con su eterna sonrisa. No el que “nos pille confesados”, pues con las élites científicas hemos topado. Pues con la iglesia toparemos igualmente, usufructuadores bastardos del nombre y vida de Cristo.

Es como si esta otra pierna del libro, proemio, promulgase el fin de un andar desangelado, andar cual si con pata de palo, es como si la otra pierna del libro fuese… brazo. Brazo esgrimiendo esta Madera:Materia que de pierna le sirve para gritar amenazante a la ciencia dormida en una mediocridad infame: “¡Suelta de una vez lo que escondes criatura pedante. Cuéntale hasta al hombre más alejado de ti aquello que te maravilla y para ti te reservas. Háblanos de la inmortalidad perdida y a encontrar, aunque fuese mediante Números Cuánticos!”.

Proemio

4

(Después de veintitantos años de esta redacción y la condena al silencio impublicación de la misma, condena a que su trabajo sólo haya servido para matarse a una persona y no para comer de él, como debiera ser lo justo en un mundo de mínima decencia, todo este escenario de acontecimientos –y no únicamente lo conmigo acaecido sino por el resto del escenario mundo y sus cada vez más bochornosos sucesos que encima se pretenden pacíficos o desde la paz y sus economías, los últimos genocidas- comprendido en un mundo macho, mundo que se apropió, con los resultados desastrosos habidos durante milenios, este indecente genocida género parido por hembra, LA ÚNICA LECTURA DEL TEXTO PUEDE Y DEBE SER ÉSTA: DONDE APAREZCAN LAS PALABRAS “MUERTE”, “ENGAÑO”, “MAL” SUSTITÚYANSE POR SU CORRESPONDIENTE Y MÁS VERDADERA “MACHO”.
Aquí, donde dice, al principio del poema: “¿Y si la muerte existiera, como todos los males, sólo porque así lo aceptamos?” Habría que leerse: ¿Y si el macho existiera, como todos los males, sólo porque así lo aceptamos? Y así con todo. Donde dice “príncipe del mundo” léase también “macho”, “el mal”, como lo expresan las mismísimas lenguas, macho: el male, mâle, inglés francés; el mamliches alemán)


Comprime el libro y apremia a desprenderse de él si es necesario.
¿Y si la muerte existiera,
como todos los males,
sólo porque así lo aceptamos?
La muerte es una mentira
-Está escrito-
¿La muerte es una mentira?
¿O es el mismísimo Engaño
del cual todos los otros
males que nos aquejan
nacen, coletilla satélite
del cuerpo principal del asunto?

El príncipe del mundo viene
pero nada puede contra el Hijo del Hombre

(De acuerdo con mi justa lectura o reescritura del texto después de veintitantos años del mismo, aquí habría de escribirse:
El macho siempre estuvo aquí de amo y señor;
pero llegada es la hora de que ¡YA SE ACABÓ!
Si existe mínima decencia en el género hembra humana del planeta esto sería así.
Y la criminalidad macho del mundo no empuje a que sea de manera más drástica que el pasando a ser ellos meros esclavos, meras prostitutas mutiladas de cuerpo y mente que hicieron ellos de las madres que los parieran; que la criminalidad macho no empuje a que se lleven estos extremos al exterminio en masa de ese género como algunas feministas, EN LAS CUALES DESGRACIADAMENTE NO PUEDO NI APOYARME PARA QUE NO SE ME MASACRE COMO DURANTE CUARENTA AÑOS SE ME HIZO, PUES NI SIQUIERA SÉ DÓNDE SE UBICAN, NI CUÁLES SON -No es que seamos muy numerosas ¿verdá hijoputas?-; que la criminalidad macho no empuje a que se lleven estos extremos al exterminio en masa de ese género como algunas feministas se dice que postulan)
El príncipe del mundo es lo engañoso y padre de la mentira.

El no existir la muerte, sería lo mismo que decir: UN OTRO MUNDO EXISTE.
Esto es lo que anhela el libro, anhela quien lo hizo: Cambien, con el definitivo paso decisivo, las cosas los seres a ese "Otro Mundo" tan largamente gestado durante siglos... La desaparición del "engaño" (Ya saben hay que sustituir por “macho”. Macho: Engaño, muerte, mentira) será la añadidura a este hecho.

Cuando exorcicemos con el verdadero Dios (DIOSA) o Centro, Fuerza de cohesión del Hombre con el Hombre (De la Mujer con la Mujer), al falso, de nuestras vidas, sima como lugar central que fue y es, muerte que nos habita y pudre, ésta será la señal: La Eternidad es una pradera donde la información corre libre; no habrá ya nada oculto.
Cohesión: Unión íntima entre las moléculas de un cuerpo y fuerza atractiva que mantiene esta unión.

Que nos cohesionemos queridas feministas auténticas, las llamadas por los criminales, tanto machos como hembras, ultras y ¿dónde estáis que yo por parte alguna os vi ni veo?

Lo profético poético como arma de expresión única

3

El tono profético es el auténtico tono poético, un tono de versículo de Biblia, un tono venido desde las profundidades o alturas del espíritu. Lo malo en lo bueno comprendido, como la enfermedad rodeada por la placa curativa, así es el espíritu, efecto perla, corona boreal bordeando una Tierra en sombras, la oscuridad la ignorancia cercada de la luz de la ciencia. Y lo poético es el tono único que el oficio de escribir consiente, profesión de alma.

Volvamos a las fuentes: Ser profeta era un oficio, como hoy no lo es el ser poeta. ¿Castigo a una desviación? Ser poeta es importar bien poco al mundo. Pero como éste ha de representar su teatro de que no sólo de pan vive, que no sólo de vulgar cultura, se buscan algo afín a ello, poesía, a lo que galardonar de vez en cuando de broche, que ni disimula cuán brochazo, ético o estético para sus sociales estamentos, reuniones. Ser profeta era contar en la sociedad tanto como hoy sobra el ser poeta. Editores o intermediarios del profeta no los había en la antigüedad, así la voz de dios llegaba al hombre entonces. Ahora padecemos de esa orfandad. ¡Nadie es tan insensato como para atribuírsela! Que el que tal hiciese, firmaba su sentencia como profesional de la pluma… ¿Mi caso?

2010
El tono profético es el auténtico tono poético, un tono de versículo de Biblia, un tono venido desde las profundidades o alturas del espíritu.
Tu tono Alejandra, mi tono. Tú, tan carnalidad, que en ella te adentriñaste y como niña en ella te perdiste pensándote loba; yo, tan siempre en las otras esferas, otras dimensiones, otras teorías más allá de la física que todos ven; tan práctica, a lo que importa: Si hay inmortalidad ha de serlo también física, todo uno es, etc. de mis divagaciones más verdad que el Espíritu Santo, ese santo amasijo de almas de lo que una vez fueron los vivos y no sólo nuestra especie… Y ahora esos abismos me dan horror, me causan un físico rechazo, un espiritual espanto; extremo que me debí pensar antes de sumergirme en el, por otra parte, tan claro laberinto de mis convicciones. Más a lo hecho, pecho: Todo mi trabajo me sirvió… para que me entierren. Pues ser profeta era contar en la sociedad tanto como hoy sobra el ser poeta. Pues ser profeta era un oficio, como hoy no lo es el ser poeta.

Un sueno-ensayo en verso sobre la Inmortalidad

2

¡La mismísima y física inmortalidad!
Y por lo tanto: La mismísima INMORTALIDAD ESPIRITUAL.
Miren a Cristo ascendiendo:
Su cuerpo va llevándose.
Miren a Cristo manifestándose:
su alma va vertiendo.
Mírenlo. Mírense.
Mírenme

Conde Athanor

1

Conde Athanor
Nombre que en un tiempo onírico llevabas,
es el nombre adecuado que de padre haga
de este hijo de esa región venido,
aquí encarnado para ustedes
raza poco soñadora
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