A alguien en este mundo, estos años, yo inspiré en sueños: La última palabra para amar es amor, pues la primera fue siempre JUSTICIA

"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!

martes, 25 de mayo de 2010

Perpendiculares como el magnetismo y la electricidad… y su maraña microtrabecular

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Perpendiculares entre ellos como el campo eléctrico del magnético, vemos a estos inseparables siempre formando un par (estos géminis que el día de la inmortalidad habrán de formar guerra con ese otro par o géminis que desde ellos engendran y sólo una de las dos parejitas predominar. Y no es gratuita esta comparación con la constelación géminis, cuya estrella principal es una doble doble doble… Y nuestro solitario Sol sin compañera conocida ¿? Hay quienes dicen que la tiene y Dios nos libre de esa Némesis cuando de nuevo se nos vuelva a acercar), construir con su tubulina, además del intermitente huso de la mitosis, una red de fibras que proporcionan movimiento a los órganos celulares, a la célula misma, además de construir el esqueleto que da forma a ésta. Este esqueleto o retículo microtrabecular fue descrito completamente en 1976……

Antes soñé yo con ellos y sin saber de los mismos todo lo célula que eran que hasta la forma de la misma.

Y por supuesto que la frase anterior guarda una queja. Cuando nos pasamos soñando, otros, mejor, durmiendo, la mitad de la vida, ¿por qué ha de estar sumido el sueño, la elaboración onírica, al igual que la muerte, en un pacto de silencio colectivo ante el cual no significó nada, que no fuese para fama particular y buena vida del autor, incluso “La interpretación de los sueños” de Freud, por qué sumidos sueño y muerte en un pacto de silencio, de no prestarles nadie atención, nadie lengua, quitada la referencia dicha que mejor ni hubiese existido lo a referenciar? ¿Por qué la extrañeza, o lo extraño, han de aceptar y vivir en esa marginación impuesta, a veces condescendiente, intolerante o estricta las más, de lo que denominándose la realidad (que no es otra cosa que la costumbre, o los pactos de inhumana convivencia que los que tuvieron poder, político, económico, intelectual, establecieron para todos nosotros) se hizo de una manera sucia y torpe con el control de todo? Ni siquiera los físicos con sus demenciales teorías que en tantas ocasiones rozan el absurdo de la pesadilla, son suficientes, ellos y su establecido estatus de “normalidad” pues profesionales tan necesarios –quitadas las pesadillas y su absurdo-, para devolver aceptación social, rango de normalidad o de respeto al mundo de los sueños. Quizá esto de la inaceptación de lo onírico sea secuela de aquello otro a lo que no está esta raza de imbéciles dispuesta a enfrentarse, nada más que cuando les llega el irremediable turno, la muerte.

Centriolos. Parecen no ser sólo dos puntitos dentro de un cuerpo sino el cuerpo mismo. Centriolos, excéntricos andamios para dar forma a una célula, esto que son las gliales para las neuronas y así dar forma a un cerebro. Gliales apoyos o andamios en nuestros cerebros sin los cuales no habría, no ya correcto, sino ningún pensamiento.

Mucho antes de saber que eso, centriolo, tuviese tanto que ver con el movimiento, tuve yo el sueño y supe instantáneamente al despertar que lo que el sueño decía o pedía se realizase, era una PARADA. Parando el movimiento, todos los movimientos, no sólo los celulares divisorios, devolviéndolo todo al éxtasis, esa propiedad de moverse sin ir cambiándose progresivamente de sitio, esa propiedad de moverse que tan poco tendrá que ver con el cálculo de Newton, como así los átomos, como así sus partículas, cuántica mecánica que no exploró todavía su exacta matemática condición.
……
La vida reducirse, entonces, eso quiere decir el sueño, a un dominio de una de ellas –si éste vence a éste-, entre las tiranteces o distintas direcciones hacia las que apuntan los componentes de un ángulo recto.

Esto es la mar de físico y sus direcciones dimensiones… siempre en ángulos rectos. Del dúo, luego cuarteto de centriolos, al trío de las físicas espaciales direcciones, ¡que algunos también quieren cuarteto!, y bueno estuviese que nos quedásemos en bidimensiones. Quizá nuestras células y algún cambio más o menos espectacular en ellas, pudiesen vivir en esa Planilandia. ¿Cómo no nosotros?
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