A alguien en este mundo, estos años, yo inspiré en sueños: La última palabra para amar es amor, pues la primera fue siempre JUSTICIA

"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!

jueves, 1 de julio de 2010

“A la homógena de la nixión del individuo se debe la ACTITUD cambiante de su sexo”

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….Y su diferente disposición en la base del cráneo.
Esta frase del cap. anterior escrito desde el actual 2010, nos ha hecho recordar la onírica frase de otro sueño de adolescencia (dentro del marco de aquellos maravillosos cinco sueños a los que dediqué todo un juvenil libro “Cinqcur” más lleno de mi sentimiento maravillado que de ninguna ciencia)

Aquello que te otorga el sexo verdadero al que perteneces, y no son gónadas que, desde los cromosomas y desde las hormonas o no hormonas que estos favorecen, posibilitan penes o vaginas… parece ser también, según el sueño, una “actitud” o “diferente disposición”. Sólo hay que averiguar qué sea “homógena de la nixión” y cuántas y cómo sus diferentes posturas.

¡Estaría bueno, y no me hartaría de reír si así fuese, que la tal “homógena de la nixión” coincidiese con algún lugar anatómico, situado más en el cerebro que en vísceras u órganos de la reproducción, y resultase que hubiese más de los tres sexos (con los que se inauguraron o continuaran los ménage à trois) que nos propusiesen a la francesa! Resultase que se duplicase ese nº y fuesen seis los sexos; ¡u ocho! Si descubrimos al sexo genital en todas sus variantes posturas propiciadas por esa dichosa “homógena de la nixión” (cuya responsabilidad de existir fuese achacable al cromosoma X, dador éste, entonces, del auténtico sexo): mujer, varón, mujer homosexual, varón homosexual, bisexual mujer, varón bisexual… transexual mujer, transexual varón, pues no deberemos olvidarnos tampoco de que ellos existen. Y todo ello debido a ese lugar cerebral, que, dado que no existe, por el momento, puede ser llamado, cuando se descubra, del nombre de mi sueño que hace más de 40 años lo denominó y describió: La situación, disposición, postura (actitud) cambiante del sexo.

Homógena de la nixión. ¿Algo de lo más homogéneo o mismo género en algún lugar o nexo de unión? Desde luego no el cromosoma Y, que ni es homogéneo, ni une nada, sino rompe esa homogeneidad y ha de anexarse al X que sí une o es como otro más de los restantes 45

Algún lugar del cerebro que esté posicionado, dispuesto, de muy distinto modo en mujer que en varón admitiendo una (no diremos “infinita” que sería pasarnos, con cuatro -si no ocho- sean ya bastantes) gradación distinta que fuese de mujer mujer a varón varón. Mujer+mujer a mujer-mujer, ambos extremos homosexuales o trans o bi dentro del género femenino; e igualmente en el varón. Y no hablaríamos aquí de características secundarias del sexo, como aquello de los tamaños en penes pechos (si muy tetudas mucho hembra, si muy pollastrones mucho macho) y otros etcs, sino de algo más seriamente profundo… como es el cerebro con el que piensas necio lector. Tu cerebro te sexualiza; y si cada cerebro, un sexo. ¡Entonces hablaríamos de miles de millones de “situaciones” “disposiciones” “actitudes” distintas de esa “homógena de la nixión” que sería bastante más lista, además de más erótica, que los idiotas que la portamos! ¡¿Dónde quedaron tus dos o tres ridículos sexillos de nada estúpida sociedad y tus filósofas de pacotilla adscritas al bizco Partre, o Sartre?!
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