A alguien en este mundo, estos años, yo inspiré en sueños: La última palabra para amar es amor, pues la primera fue siempre JUSTICIA

"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!

viernes, 28 de mayo de 2010

En-Sa-Yo

26

Uno de los siete componentes de la entidad humana: Sa o poder creador.
No me disgusta dividir en siete al ser humano. Más me agrada, es más número sagrado para mí que la división trinidad freudiana, por ejemplo, de ego superego e id, más burla del judío que era Freud hacia la tradición cristiana, que descripción de las capacidades humanas o modos de manifestación de las mismas. Que nadie me negará que los siete componentes egipcios son una más perfecta elaboración psicológica.

Anj, lo inmortal o intemporal; Ka, lo vital o tiempo que nos es concedido; Ba, el alma; Sa, el poder creador; Ib, el corazón, el deseo, las pasiones; Ren, el nombre; Sut, la sombra.

Además el id freudiano, todo un plagio del Ib egipcio, como se ve. Aunque Freud solía inspirarse en cosas cercanas: sombreros o postes como los genitales masculinos, etc, no por ello dejó de acudir, al igual que Jung, a todas las mitologías para montar su fraude.

Trinidad egipcia, por supuesto mejor que la de Freud, pero incluso mejor que la cristiana: El Anj el Ka y el Ba, adornada por esos otros cuatro conceptos magníficos, Ren: El Nombre, al que yo dedicaría toda una Religión y no otra cosa hicieron los egipcios y su culto de mientras el nombre de la persona, algo solamente propio de ella, fuese pronunciado, esa persona seguiría existiendo; Sut, la sombra, la cara oculta de nosotros, el inconsciente diría el sr. Freud, y los egipcios antiguos y su inteligencia penetrante veían lo negativo nuestro en esa sombra que siempre acompaña a todo ser vivo, su sombra como algo vivo también; el Ib corazón y sus deseos, que no tienen por qué ser bajas pasiones; y ese Sa, poder creador, que bien pudo acompañar como cuarteto ejecutante al trino triunfante o estelar: Ba, el alma mediadora entre lo mortal y lo inmortal de nosotros, el ego que sustituyó Freud trivializando para construir de ahí un superego con el que desacreditó la superioridad de todo lo más grande que hay en el hombre, su condición de inmortal, lo Anj en el triunvirato egipcio; y el Ka que Freud convirtió en estúpido id a imagen del Ib corazón egipcio más elaborado, como dijimos. Ka, mi Ka, mi tiempo, mi energía vital, todo aquello que me hará Anj inmortal de mi simple Ba, Alma mía, convertido por aquel nefasto en las bajas pasiones de los peores instintos.

En
……Sa
…………Yo
En
……Poder sagrado
………………………………Yo
En
……Poder
………………Creador



A 2010 cómo no dedicar a estos dos personajes de esos siete que somos todos los humanos según el saber ancestral:

Sut, la Sombra, Sombra mía, Alejandra Pizarnik. Sut, la Sombra, como el Sur Occidente lugar de los muertos, tu Tierra del Fuego tan occidente al sur, tan como la sumida en la noche de los tiempos, más que noche de la muerte, Amenti. Amo en ti todas tus Sut, Sombras, enfocadas tan claramente:

Hemos intentado hacernos perdonar lo que no hicimos, las ofensas fantásticas, las culpas fantasmas. Por bruma, por nadie, por sombras, hemos expiado.
Lo que quiero es honorar a la poseedora de mi sombra: la que sustrae de la nada nombres y figuras.

Para mejor ser el que fue, ha querellado con su nueva sombra, ha luchado contra lo opaco.

Camina silenciosa hacia la profundidad la hija de los reyes.
De demencia la noche, de no tiempo. De memoria la noche, de siempre sombras.

Quiero existir más allá de mí misma: con los aparecidos.
Quiero existir como lo que soy: una idea fija. Quiero ladrar, no alabar el silencio del espacio al que se nace.

Sombra está desconcertada. Se dice que en verdad, trabaja demasiado desde que murió Sombra… Pensó Sombra asombrada.

Empecemos por decir que Sombra había muerto. ¿Sabía Sombra que Sombra había muerto? Indudablemente. Sombra y ella fueron consocias durante años. Sombra fue su única albacea, su única amiga y la única que vistió luto por Sombra. Sombra no estaba tan terriblemente afligida por el triste suceso y el día del entierro lo solemnizó con un banquete.
Sombra no borró el nombre de Sombra. La casa de comercio se conocía bajo la razón social «Sombra y Sombra». Algunas veces los clientes nuevos llamaban Sombra a Sombra; pero Sombra atendía por ambos nombres, como si ella, Sombra, fuese en efecto Sombra, quien había muerto.


se alejó -me alejé-
no por desprecio (claro es que nuestro orgullo es infernal)
sino porque una es extranjera
una es de otra parte,
ellos se casan,
procrean,
veranean,
tienen horarios,
no se asustan por la tenebrosa
ambigüedad del lenguaje
(No es lo mismo decir Buenas noches que decir Buenas noches)
El lenguaje
-yo no puedo más,
alma mía, pequeña inexistente,
decidíte;
te las picás o te quedás,
pero no me toques así,
con pavura, con confusión,
o te vas o te las picás,
yo, por mi parte, no puedo más.

Ren, el Nombre, mi Religión del Nombre a ti dedicada,
http://poemasincendiarios.blogspot.com/2010/04/fundemos-la-religion-del-nombre.html
http://poemasincendiarios.blogspot.com/2010/04/religion-del-nombre-acta-fundacional.html a todas tus palabras exactas y hermosas por más desoladas o desde el humor más tierno.

Ren, el Nombre. Casi como el sueño Rem –rápido movimiento de ojos- El Nombre como el Sueño, como lo más preciado, ese ¡tan rápido movimiento de ojos! que comunica dos mundos desde su onírico puente.
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