A alguien en este mundo, estos años, yo inspiré en sueños: La última palabra para amar es amor, pues la primera fue siempre JUSTICIA

"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!

jueves, 3 de junio de 2010

Bodas de Agua y Fuego (Ninti restituyendo)

40

Si el Andrógino pisa el dragón o caos
de la materia prima,
la quintaesencia está lograda
la Piedra conseguida


La mesa de la inmortalidad está servida
en el mundo de los cuerpos

Sabemos por la Alquimia y la Biología que Cuerpo, Mercurio en el caso de la primera de las disciplinas mencionadas, es femenino; y la segunda ciencia está harta de mostrarnos la preferencia del bíos, la vida, por la mujer, o la hembra es su prioridad o preferencia.

Y pensándolo bien, Bíos no hace otra cosa, según esta ciencia de ahora, que lo que ya nos contaban los sumerios en un poema donde se habla sobre que el león no mata, el lobo no se apodera del cordero, no existe la enfermedad, no es la muerte una lamentación, la vejez no se conoce, esto que luego el plagio hebreo nos presentaría a través del cristianismo como la neotestamentaria promesa de “los nuevos cielos y la nueva tierra”. En este poema se coloca a la mujer en un plano superior, tanto, como el de tener poder sobre la vida y la muerte. Aquí es una diosa, no un dios, la que decide sobre el Adán primigenio, Enki, después que éste “conoce el corazón de las plantas” –No era uno el árbol de la ciencia, no un único fruto, “el corazón de las plantas”, de todas ellas, el secreto de vida que guardan--, decretando su “suerte”:

-¡Hasta que esté muerto, no lo fijaré jamás
con el Ojo de la Vida!

Esto dice la Diosa primera, mujer. En el principio fue “Diosa” para las más antiguas culturas cunas del conocimiento del mundo. La Maat egipcia, Madre Energía Universal. Antiquísimas culturas, como la que floreciese en el territorio de Irak y es conocida por Súmer, quizá ese pueblo mítico y/o atlante denominado “Kueps” por los antiguos egipcios (Kueps. Keops. Siempre nos pareció de lo más sospechoso el nombre de la primera de las Pirámides, que hasta aquel faraón que se apoderase de ella descubriéndola, se lo pusiera de nombre, sabiendo, como buen jerarca egipcio, de las mágicas propiedades del Nombre, Ren. Pirámide jamás igualada en perfección, sino todo lo contrario: todas las que se sucedieron, miserable decadencia, decadencia implícita en toda copia cuyos autores carecían de los precisos conocimientos) y a la que tanto deben y deben egipcios y el resto de pueblos semitas… Cada vez que pienso en las cunas de la cultura, Irán, Irak, Egipto, hoy aplastadas bajo el peso brutal de una religión más brutal, ¡una religión extraña a ellos, importada de una península-desierto cuya única riqueza consistió en la violencia de unas tribus hambrientas comandadas por aquel mezquino, personaje rapaz por excelencia, Mahoma, cuya única riqueza es hoy el petróleo, riqueza mediante la cual siguen ejerciendo su influencia en esos países, Egipto, Irak, Irán, postrados desde los tiempos de Mahoma ante el sangriento torpe credo de éste… es que se me revuelven los entresijos comprobando el grado de servilismo en el que pueden decaer las gentes, servilismo tan monstruoso capaz de olvidar sus auténticos orígenes, sus mucho más importantes culturas, credos, conocimientos, para vivir travestidos de sus colonizadores violentos! Algo así que ha pasado con la mujer en el entero planeta: Vivir travestidas en un macho mundo, de y para los intereses del macho y en el más ignominioso olvido de sus propios intereses; ¡eso sí!, sin olvidar prestarles el coño para que ellos utilizasen a su criterio del “parirás con dolor para que yo me reproduzca, crezca, engrandezca a tus expensas coño propicio”.

Enki, Ninti, Gigalmés, todos esos personajes plagiados por la Biblia, degradándoles en sus papeles. Degradando a la diosa primera, y los conocimientos de “algo muy oscuro y terrible” que sucediera en la noche de los tiempos, conocimientos de un mundo superior anterior destruido en una catástrofe global: diluvio, inundación universal producida por el deshielo de la última era glacial que arrasó con todo lo que hubiese sido construido por la inteligencia hasta entonces; degradando esa diosa primera al dios sanguinario Jehová, luego al dios no menos sanguinario de Mahoma. Ninti-Enki y el plagio hebreo del Génesis con su ya machista bochornosa historia de Eva-Adán y el Jehová genocida misógino. Esa historia hebrea que apesta a plagio, como todos los demás mitos importantes que la Biblia contiene (A 2010 podemos decir que hasta del personaje Cristo se podría inferir lo mismo siguiendo a Claude-Brigitte Carcenac Pujol en su magnífico libro “Jesús 3.000 años antes de Cristo”, extrayendo de mitos, verídicas historias faraónicas y poemas egipcios casi todo lo que está contenido en los evangelios y que alaba al salvador crístico)

Ninti, esa mejor pues primera Eva a la vez que primer Jehová, tenía por significados de sus nombres estos tan evocadores: “Dama de la costilla”, “Dama que hace vivir” o “Dama de la vida”. Costilla significando la vida misma, dada la condición de coraza protectora de la vida que tiene ésta. Cuanto más cerca vamos de los principios, apreciamos una mayor claridad en la mente humana, un mayor respeto por las verdades al menos tan evidentes como la condición de la mujer como dadora de vida, “dama que hace vivir”, y no la versión contraria que aún malforma demasiados intelectos después de dominar el mundo durante milenios. Esta especie que parece el feo producto de una involución o evolución a peor, nos hace pensar seriamente en los que consideran sagrados principios de la evolución y nos entran ganas de contradecir a Darwin, si lo tuviéramos presente: -Recapacita amigo, ¿no crees que vamos hacia el mono en vez de proceder de él?

Enki, el primer Adán (todo queda ya dicho con su nombre, lo que coloquialmente significa) viola las plantas sagradas para “conociéndolas” (de aquí vendría también el “conocer” bíblico), “decretar su suerte”, labor que a él no correspondía; y como castigo de apropiación indebida de papeles, y tras ingerirlas (¡Comer ¡Comer! Conocer es la condena. Siempre tan unidos conocimiento y comida. Tanto que del conocimiento de un nuevo y definitivo “alimento” se tratará el vencer a la muerte, que ahí, primeramente sumerios, luego el plagio hebreo, también quedó dicho), es condenado a morir. Después de ello, la astucia de un personaje, en el génesis original o poema sumerio, una zorra (único animal que en el poema aparece y no serpiente y no malevolente), “zorra” deberíamos abrirnos a sus significados, trae al lugar de la condena o a compasión a la diosa –siempre el femenino- con poder sobre vida y muerte; y ésta con “la vida que se va” crea a Ninti, “Dama que hace vivir” o que “restituye”.

Como se ve, no es la mujer la que comete la falta, si el querer conocer lo es, noción adulterada perversamente por el machismo criminal hebreo, que, como toda adulteración, es buena inductora de proselitismo. Y la única disculpa que tienen estos machos descerebrados para depravar o travestir así una historia, es eso mismo, su falta de inteligencia, machismo degradado en ignorancia o músculo, músculo: ignorancia, lógica sucesión de términos.

La parte herida mortalmente, herida mortal o costilla, la parte muerte (Ese peligro entraña jugar a ser dios: Creerte irremisiblemente perdido, muerto, por aquello con lo cual el don más alto de la vida te va a ser otorgado; creer “muerte que viene” a “la vida que se va”, cuando una más alta vida arriba a nosotros. ¿Recuerdan mi “Llama extrañada”, “Llama que no arde” de hace unas páginas?) ¡se transmuta en “lo que hace vivir”! Y Enki entonces es Ninti. Este Adán sumerio ¡se convierte en Eva o Ninti, ella, a su vez, una imagen del Yavé bíblico! La Dama portadora del Gran Don proviene exactamente de ahí: De la curiosidad del alma, que en el mundo que nos tocó vivir tras la gran inundación que barriese las, seguramente, más justas raíces de un mundo anterior, justas raíces femeninas; que en este asqueroso mundo que terminó de masacrar a aquél que ya la catástrofe hirió mortalmente, ha estado únicamente representada por Adán, los adanes, la degradación del gº masculino o degradación, músculo barbarie, introducida por él.

Mas esa secuencia de transmutaciones, Enki, la herida mortal costilla, curiosidad, Ninti, nos lo dice todo: El alma, azufre, principio masculino en la Alquimia, está abocada a alcanzar sus propias fuentes. El esfuerzo del conocimiento la conduce a una muerte que no es sino la transformación en, o consciente asimilación de, la Vida superior que representa, ese Anj, la sustancia inmortal del ser entre los egipcios.

La ley de la paridad en física no se conserva; pero sí aquí, en el principio hermafrodita evocado en el inicio de este capítulo. Azufre-Mercurio: Alma-Cuerpo: Masculino-Femenino, las dos caras de la misma realidad. La Alquimia nos dice lo que al principio de estas “Bodas de Agua y Fuego”, que la Piedra de Vida o Piedra de todo Conocimiento es un Andrógino triunfante sobre la materia prima, dragón o caos. Que la Piedra de Vida o Piedra de todo Conocimiento es Ninti restituyendo. “La serpiente (dragón caos) intentará morderte el talón, pero tú le aplastarás la cabeza”. Al menos esto le reconoce la Biblia a la mujer. Serpiente, caos, muerte, enroscándose en el árbol del Conocimiento intentando ser ello el fruto que se nos dé a cambio del esfuerzo… Pero: Ninti restituyendo; el Andrógino triunfando del dragón.

Mercurio, esa antigua Agua-Plata, Hydrargyros y su masa atómica (cómo me gusta escribir la masa de los elementos con estas unidades nunca cabales, siempre fracciones --como aquí, 200,59 unidades de peso atómico-- hoy a 2010 sabiendo lo que sabemos)
y Azufre, este componente de tantos aminoácidos, ese hijo de todos los volcanes y su masa (Su masa atómica da igual gusto escribirla, 32,065, protón neutrón también ellos fraccionarios ante ese patrón de la uma que nos legó Avogadro), Bodas de Agua y Fuego alquímicas, no darán entrambos oro, ni tampoco la flor de la inmortalidad, aunque el Azufre esté cerca de representar algún papel en ello….
Mas a través de las plantas, esas de las que la Enki Curiosidad come para buscarse con ello la muerte y entonces la predecesora de Ninti, en la que acabará convertida la Enki Curiosidad, dice
-¡Hasta que esté muerto, no lo fijaré jamás
con el Ojo de la Vida!
¿Cuándo no fue al “Andrógino” lo primero que se mató, hasta en Alquimia? Ahora sólo hace falta que nos fijemos con el “Ojo de la Vida”, o nos fiemos, fijemos en él, pues nadie vendrá a hacerlo por nosotros. “Ojo”, que tendrá el verdor de la Flora, eso es seguro: Como Ella seremos para no perecer. ¿Hay que decir que “como los niños”, cuando su inocencia la exime del delito de sangre, imperfección animal sólo santificada por el mítico Elefante, Elefanta dígase con más propiedad, representación de Atlas sustentando el Universo en el Cosmos hindú?

-Dejad que las plantas se acerquen a mí. Esas niñitas que pueden llegar a ser perversas como las flores en el mundo del espejo de Alicia. Pero de lo más graciosas, amén de lo coloridas y fragantes.
Unas bodas de Agua y Fuego con ellas prepararé que ni las de Canaán
Related Posts with Thumbnails