A alguien en este mundo, estos años, yo inspiré en sueños: La última palabra para amar es amor, pues la primera fue siempre JUSTICIA

"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!

martes, 15 de junio de 2010

Ylem, la partícula de los quince minutos, o los eternos protón electrón más el “un poquito más” en que toda la materia se basa

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Ylem, la aplastante unión de neutrones que componía el huevo cósmico. Eso decía Gamow del denso punto material que precedió a todo prediciendo con ello a las estrellas de neutrones más que describiendo nada que hubiese en el principio.

Es mucho suponer a los neutros neutrones que sólo pueden vivir dentro del núcleo o en esas aglomeraciones descritas de los púlsares, 15 minutos tiempo medio de vida si en libertad, como los dadores de la carga eléctrica en el mundo, si eran ellos lo que existía en el principio. Más bien sería la aglomeración de una inmensa carga en protones y electrones o partículas similares que contuviesen esas cargas, lo que lanzaría el todo que ello mismo era a la nada de lo que no existía y así comenzó a existir, así se expandió el espacio, así se dispersó esa carga y su masa por todo lo que hoy conocemos. La aglomeración de todas las cargas, esa bola de neutrones, y “el espíritu de la golosina”, neutrinos, eso más que habita en los neutrones, haciéndola posible, así como a su estallido.

Describamos neutrones: Son las bodas de las cargas activas (positiva-negativa, femenino-masculino, bien-mal, materia-antimateria, o el nombre que quieran dar a esa dicotomía) al igual que en el principio Afrohermes (hermafrodita) de la Tabla Esmeralda que precede a la consecución de la piedra, el león verde, el oro de ese color. Y suman algo más que cero, un muy poquito más. Neutrino llaman a ese “un muy poquito más”, “puro espín”, un puro momento giratorio capaz de las mayores proezas, hasta de ser responsable de la entera creación. Pues el neutrino viene a ser aquí lo que se cuenta de la materia-antimateria para meter la ecuación de Dirac en todo esto del principio creativo: Materia antimateria se destruyen mutuamente; pero todo no desaparece debido a que existía un pequeño desequilibrio a favor de la materia en aquella suma (Afrohermes, pequeño desequilibrio también a favor de la mujer en esto de los sexos y nuestra especie. No hubiese existido el mundo de nuestra especie de no haber un pequeño desequilibrio a favor de la hembra, tantas morían, o morirían, las pobres, que la naturaleza hubo de inventarse ese desequilibrio en favor de esta especie que privilegió hasta a bombazos de meteoritos acabando con los dinosaurios) Todo no desapareció en el mundo de las cargas, principio Afrohermes que todo lo hizo de su negativa y positiva convención, pues los neutrinos, ese apenas espíritu de giro (en castellano existe la expresión que antes apuntábamos para hablar de la extrema delicadeza de algo: espíritu de la golosina), estaba ahí. Neutrinos, la onda que precede a la explosión supernova, aquí también siendo la avanzadilla de otra inimaginable explosión creadora, aunque de explosión no tuviese más que aquello del eclosionar, ser.

Porque nada “se creó” en ese momento, masa-energía, espacio-tiempo, si ya estaba todo allí: masa-energía que desde ella se crearía, y desde la nada el vacío que la bordeaba, su correlato de espacio-tiempo donde llegaría a desenvolverse.

Y pueden reírse desde la ignorancia de lo que dan por entendido, de estas palabras que ponen a las cargas y las partículas en las que ahora VERDADERAMENTE las observamos, protones electrones, como verdadero comienzo de todo… Un Universo tan eléctrico donde la masa no fue lo primero ni será lo último, pues ella y/o la energía no son más que manifestaciones de la carga.

-Estamos de acuerdo (aparecen, tras Gamow, las profesionales voces para decir); pero al principio no eran electrones protones, sino electrones positrones, además de neutrinos y fotones.

-Eran leptones únicamente al principio –les contesto- esos cuerpecillos que pasan de la fuerza fuerte. ¿No habrá electromagnetismo únicamente aquí y la neutrínica masa que decís a ello escapa no ser más que su consecuencia?





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