A alguien en este mundo, estos años, yo inspiré en sueños: La última palabra para amar es amor, pues la primera fue siempre JUSTICIA

"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!

sábado, 19 de junio de 2010

Una esfera más grande que el sol y a la vez más pequeña que el átomo

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(Una identificación de espacio y masa-energía, declarada esta última como el único tiempo. Y aprendamos a aceptar la inmortalidad de algo, aquí, protón, por mucha decepción que dé esto a nuestro sadismo)

Esto conseguiríamos aplicando la paradoja de Banach y Tarski, por ejemplo… al hacer rodajas la redondez del iris de nuestros ojos o el ojo de su aguja, pupila, y juntarlos de nuevo. Y pongo el ejemplo imposible del iris pupila, pues imposible, dicen, es la realización de tales cortes, tan irrealizable como cortar el punto. ¿Por dónde? Pero así son nuestras inestimables matemáticas, al parecer capacitadas para diferenciar lo imposible de lo posible jugando con sus alquímicos símbolos al intento inútil de arrancar de las mentes las más profundas realidades sobre las que derraman sus chinescas sombras de pesadilla. Aunque tienen la bondad de decirnos por dónde acometer que algo como un átomo llegue a ser toda una señora estrella: Los cortes han de hacerse siguiendo superficies especiales que no tengan planos tangentes. Cosa que al parecer este Universo no está por la labor (siempre diciéndole a Dios o al Universo lo que tienen, son, o pueden o no pueden hacer) de esas seráficas superficies donde nada que las componga entre ello se toque. Sólo admitimos, como se ve en el ejemplo, cortes –nada del me acerco sin tocarte- y a ser posible con la saña sádica del “te mato y te asimilo”, o “te mato, penetro con esta daga esta bala y a continuación me como tus sesos para asimilar tu energía”; “te mato –-las partículas- y me pongo yo a vivir de esa energía prestada”; “te mato y te desplumo”: Hay que ver lo que se parecen el infame mundo político y sus armas al matemático y las suyas sobre todo si aplicaciones contables, fiscales, y esos robos y crímenes de las altas finanzas que a sus pechos criaron.

Pues bien, al parecer los neutrones son, en sus desplazamientos, esas criaturas o realidades de nuestro Universo, seráficas y sadomasoquistas a la vez, que echan por tierra lo imposible o paradójico de esta cuestión: En sus curvas trayectorias no admiten tangentes de líneas o planos que se acerquen sin llegar a cortarlos. Mátame; pero no me toques. Noli me tangere. A ejemplo del sumo poder Dios de todas las religiones, o político-militares-económicos poderes terrenales: Matan, cortan, te hacen rodajitas y sin llegar a tocarte. ¡Fijémonos si están en nuestro mundo esas superficies que la matemática declara ajenas a él!

Y ya que vemos que pueden ser tan posibles en nuestro mundo cosas tan increíbles como hacernos rodajitas el ojo de aguja de la pupila por donde la vista enhebra y construir con las mismas algo que llegase a igualar al Universo todo, si penetrante el sentido de esa visión, si puntual, que aunque como el Universo fuese, no dejaría de pasar como una partícula en el mismo, esa esfera más grande que el sol y a la vez más pequeña que el átomo. Pienso en las longitudes de onda –frecuencias- o energía de esa partícula, el nucleón, ya presentándonos su cara de neutrón, ya de protón: Su naturaleza energética y a la vez tamaño de su onda, ¿qué otra evidencia más clara que lo que vemos en esta partícula, su naturaleza de luz-radiación- el tamaño de la onda que es, no otro tamaño que el de su propio habitáculo, el fermi 10-15 m, para decirnos esto, que si hay una identificación de dimensiones como espacio-tiempo, que ni sabemos bien a lo que se refiere a no ser por los relojes y las citas, ya de mí contigo, ya de la gravitatoria cita de cualquier meteorito cruzándose en la trayectoria de planeta el que fuese, más lógica y total es la identificación del espacio con aquello que contiene: masa-energía? Total, ya que no habrá más tiempo (que diría el Ángel del Apocalipsis) que el que en sí es la masa energía. Eternidad como tiempo propio del protón, esas partículas inmortales que no conocen desintegración, aunque esta especie tan proclive a la muerte siempre que sea de lo otro no ellos, sigan pertinaces a la búsqueda de la desintegración del protón, ese “insignificante” detalle que daría por válida la estúpida teoría física sobre la que han construido todo. Con lo cual ¿qué tendrá de válido ese edificio matemático más que físico que han construido para engaño de todos, incluidos ellos, como modelo a la verdad que subyace a todo?

En esta imagen vemos los monstruosos tanques que han construido a enormes profundidades en minas (si hubiesen tenido que sacar el carbón de ellas, ya hubiésemos visto si se ponían a derrochar el dinero perteneciente a esos mineros que murieron de silicosis ya que carecieron de medicina a la que acudir pues de sus ingresos previamente se les robó el capital que hubiese servido para rescatar su salud en peligro únicamente para enriquecer políticos y subvencionarles a ellos)
Ahí vemos, bajo el agua, las lámparas ilumina “desintegración” de protones, mientras los físicos se pasean en barca por el tanque colocado en esas cavidades que costaron la vida a tantos, el horadarlas para sacar su entraña de roca y otros minerales a expensas de su vida y sus pulmones. Si ampliamos la imagen podemos ver la cara de bobas (aunque bastante más estultos los mendas, sres. físicos, que ahí las colocaron), que se les ha puesto de tanto esperar a esas tontainas bombillitas que jamás iluminarán la desintegración de un protón.

Y desde luego que hay aquí, en esta identificación de espacio y masa-energía, declarada esta última como el único tiempo, la sola Teoría de Unificación válida. Pues ahí están representadas, en esa dimensionalidad de todo lo que existe: espacio-masa-energía-(tiempo), esas cuatro fuerzas o manifestaciones de la única de la que cada una de ellas ofrece un aspecto.

Esta podría ser la moraleja:
Aprendamos a ser como el nucleón protón-neutrón: Ocupar no otra cosa que nuestro propio espacio. Y aquí se nos aparece la semilla del sicomoro de la parábola evangélica en su comparativa con el Reino de los Cielos.
Aprendamos a ser como el inmortal protón: No otra cosa que su propio espacio-masa-energía-(tiempo) Tiempo, esa inexistencia para estas partículas, cuya media estiman en 1035 años pues siguen empeñados en la búsqueda de su mortalidad.
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